lunes, 4 de julio de 2011

VIRGEN DEL POZO

PUERTO RICO 1953


En el año de 1953, la Santísima Virgen se les apareció a tres humildes niños en el barrio Rincón de Sabana Grande, en Puerto Rico. Los niños Juan Ángel Collado, de ocho años de edad, y las hermanas Ramonita e Isidra Belén, de nueve y siete años, estudiaban en la pequeña escuela rural Lola Rodríguez de Tío, cerca del lugar en donde se dio el trascendental acontecimiento.

En aquel tiempo, no había sistema de agua potable en la pequeña población, por lo que debían buscar agua en un manantial natural (que ellos llamaban pozo) cercano a la escuela, para su consumo durante el almuerzo. El 23 de abril de 1953, a las once de la mañana, doña Josefa, la maestra, tocó la campana y los estudiantes salieron al patio para almorzar. La encargada del comedor escolar mandó al niño Juan Ángel Collado y a un compañero de clases, de nueve años, a buscar el agua.

Se internaron en el cañaveral y llegaron al pozo que quedaba a los pies de un árbol de mango. Llevaban un cubo hecho de una lata grande, para cargar el agua y una lata pequeña, para sacar el agua del manantial. El compañero de Juan se adelantó a servir el agua y, repentinamente, algo sorprendente lo asustó y comenzó a llamarlo. El agua que vaciaba en la lata grande se había llenado de muchos colores, como si un arco-iris se derramara de la latita al cubo. Al salir corriendo dejó caer la lata y el agua se derramó, dejando todos aquellos colores sobre la tierra.

El niño Juan no pudo salir corriendo, pues todo su cuerpo estaba paralizado. Se hizo entonces un silencio tan profundo que él pensó que se había quedado sordo; pero al levantar su mirada hacia la lomita, contempló a la joven más hermosa que había visto en su vida, quien lo miró intensamente a los ojos, dándole una paz inmensa. El niño sintió como si estuviera entrando en otro mundo, donde no existía el tiempo.

La joven vestía túnica blanca, manto azul, correa, sandalias y traía un broche marrón, un rosario entre sus manos y, sobre su cabeza, una corona de siete estrellas. Le sorprendió ver que la joven se mantenía suspendida en el aire, sobre una nubecita blanca, aunque era tan sólida y palpable como cualquier persona. No sabe cuánto tiempo permaneció ante aquella presencia. De momento, la joven desapareció; Juan salió corriendo hacia la escuela y no se atrevió a contar lo que había visto.

Al otro día, a las once de la mañana, tuvo un deseo inmenso de volver al pocito donde había visto a aquella joven. Invitó a varios compañeritos de clase y sólo le acompañaron las hermanas Isidra y Ramonita Belén. Cuando llegaron al pozo, ocurrió exactamente lo mismo que el día anterior: un silencio profundo, una paz inmensa y allí, de nuevo, estaba aquella joven tan hermosa, con su corona de siete estrellas y su rosario entre sus manos.

El día 25 de abril era sábado y, aún cuando no había clases, de una manera inexplicable los tres niños regresaron al pozo, guiados por un deseo muy grande de volver a ver a aquella joven suspendida en el aire, que tanta paz les daba. A las once de la mañana, se repitió lo mismo que los dos días anteriores; pero esta vez, la hermosa joven comenzó a descender, se posó sobre la tierra y se acercó a los niños y, con la voz más dulce que habían escuchado, les dijo: “NO TENGAN MIEDO, SOY LA VIRGEN DEL ROSARIO”.

Identificada como la Virgen del Rosario, la Santísima Virgen continuó su visita a ese humilde rincón por 33 días, desde el 23 de abril hasta el 25 de mayo. A partir del quinto día, se les prohibió a los niños acercarse al pocito; entonces, la Santísima Virgen comenzó a caminar del pocito a la escuelita. Ahí, Ella actuó como una formadora, pues su principal propósito era dejar la enseñanza para la formación de una nueva estirpe. Durante los días de la aparición, miles de personas se congregaron en aquella colina, siendo testigos de las manifestaciones de Nuestra Madre Santísima.

Muchos milagros y curaciones sucedieron en aquella época, como lo testifican los titulares de los periódicos de esos días, y siguen sucediendo hasta la actualidad, siendo fruto de la fe del pueblo en la presencia de la Virgen del Rosario del Pozo, todos ellos con el propósito de dar testimonio de su presencia sobrenatural. Sin embargo, lo más importante y el verdadero propósito de su visita es el mensaje que Ella nos trajo y que se resume en la formación de una nueva estirpe de cristianos verdaderos, comprometidos a poner a Dios como prioridad en sus vidas.

VESTIMENTA Y SIMBOLISMOS


La vestimenta de la Santísima Virgen, en su aparición en Sabana Grande, es todo un meditar sobre el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo de forma sencilla y elocuente.

La Virgen del Rosario del Pozo se corona con el tesoro de la Iglesia, que son los siete sacramentos (Bautismo, Confirmación, Penitencia, Eucaristía, Unción de los Enfermos, Orden Sacerdotal y Matrimonio).

01- Su corona tiene siete estrellas que simbolizan también las siete virtudes (Humildad, Generosidad, Castidad, Paciencia, Templanza, Caridad y Diligencia), que nos invita a vivir y que se contraponen a los siete pecados capitales (Soberbia, Avaricia, Lujuria, Ira, Gula, Envidia y Pereza). Todos debemos vivir las siete virtudes para alcanzar un mayor crecimiento espiritual y la participación de los sacramentos nos lleva a gozar de la Gracia Divina.

02- Su manto azul representa la protección maternal de la Virgen a todos sus hijos.

03- Su túnica blanca simboliza nuestro apostolado y la pureza y limpieza que debemos mantener en el alma para alcanzar el Reino de Dios.

04- Su rosario simboliza la oración y el sacrificio al que estamos llamados todos, para conseguir nuestra conversión interna en una búsqueda genuina de Dios y la transformación de la humanidad, que cada vez se aleja más de Él.

05- Su broche, simboliza el pequeño reinado de María sobre hombres y mujeres que, saliendo de la indiferencia, deciden ayudar a nuestra Madre Santísima para que las almas regresen a Dios.

06- Su cinturón, simboliza la obediencia que debemos a la Iglesia Verdadera.

07- Su sandalia, simboliza la diligencia con la que debemos obrar, para que el propósito de su aparición se cumpla.

LOS SEIS MENSAJES

PRIMER MENSAJE

El primer mensaje dejado por la Santísima Virgen del Rosario fue dado a conocer a la luz pública el 5 de mayo de 1978 por el vidente Juan Ángel Collado, una vez cumplidas las indicaciones que la Virgen dejara al vidente:

“Entra al mundo y cuando más sumido estés en la oscuridad y después de haber negado mi nombre, llegará un enviado que te recordará el Verdadero Camino. Tocará Satanás a las puertas de tu casa y con ira lo expulsarás; esto es señal de que ha llegado el momento de decir la siguiente promesa:

Yo prometo facilitar y/o proveer las gracias necesarias para la salvación antes de la muerte a todo aquel que en los momentos de confusión y en definición del camino hacia mi Amadísimo Hijo, promulgue mi nombre como Madre del Verdadero Camino hacia el Padre.”

María

SEGUNDO MENSAJE

El segundo mensaje dejado por la Santísima Virgen del Rosario fue dado a conocer a la luz pública el 13 de febrero de 1984 por el vidente Juan Ángel Collado, una vez cumplidas las indicaciones que la Virgen dejara al vidente:

“Llegarán los momentos en que el deterioro espiritual y moral de los pastores del rebaño de mi Hijo serán de conocimiento público. La indiferencia de los hijos de Dios no les permitirá percibir el gran peligro que acecha. El dolor en mi corazón se hará más agudo porque estos hijos predilectos me abandonan; esto es señal de que ha llegado el momento de decir el siguiente mensaje:

Difíciles y confusos serán esos tiempos. El crecimiento espiritual de los hijos de Dios se hará muy difícil y vendrán otros momentos en que este crecimiento parecerá casi imposible. Hijos nuevos, estén atentos porque la indiferencia y la confusión reinarán en el camino y en todo el mundo. Extraños pensamientos y nuevas filosofías harán más obscuro el camino verdadero. Las enseñanzas de mi Amadísimo Hijo, el orden establecido por el Padre y la verdad serán sustituidas por estas nuevas y extrañas creencias. El egoísmo de los hijos de Dios será causa de conflictos y divisiones que agudizarán más mi dolor. Reconozcan que los pastores del rebaño también son hombres. Perdonen sus fallas, ayúdenlos, pues ellos representan a mi Hijo. Permanezcan firmes en el Verdadero Camino, en la Iglesia de mi Hijo, pues se acercan los momentos de la gran prueba; el sufrimiento será necesario, la oración y el sacrificio serán mandatorios.
Protéjanse debajo de mi manto y vivan en mis virtudes. Plenitud es lo que quiero porque así me lo ha encargado mi Hijo. Siete serán los retoños y siete las espadas. Siete serán las generaciones y después no podrán ser contadas. Dos caminos se abrirán ante éstas; destrucción y construcción, derrota y victoria.

Plenitud y mi promesa; restitución del camino.

María

El mensaje de la Santísima Virgen del Rosario es profético en su esencia. Ya en el 1953 la Santísima Virgen advirtió en sus mensajes los momentos difíciles para la fe que se acercaban y por los que actualmente está atravesando el mundo. Para esa época, Puerto Rico, era un pueblo principalmente católico donde las familias rezaban unidas el rosario todas las tardes, un pueblo con Dios en su corazón, un pueblo de paz.

Actualmente, Puerto Rico, al igual que muchos países de raíces católicas, está siendo azotado por una oleada de filosofías extrañas donde las iglesias, ministerios protestantes y las sectas van en aumento desenfrenado. Puerto Rico es un país de gran desarrollo económico, tecnológico y social; es vitrina de nuestro hemisferio. Sin embargo, los males sociales, morales y espirituales han incrementado a niveles alarmantes.
La Santísima Virgen como Madre Perfecta, desde el 1953, nos dejó siete mensajes, no para el hombre de entonces, sino para las generaciones venideras que tendrían que vivir estos terribles momentos de confusión, de conflictos y divisiones. El deterioro profetizado por Ella está ocurriendo no tan sólo en el orden social, sino también en el orden espiritual. Las instituciones como el hogar, la escuela y la Iglesia han sufrido las consecuencias de este deterioro. Nuestra Iglesia, fundada por Cristo es perfecta. No obstante al estar formada por hombres, no ha sido exenta de estos males y por esto la Santísima Virgen en su segundo mensaje pide que permanezcamos firmes en Ella y que perdonemos y ayudemos a los pastores del rebaño, que representan a su Hijo.

Es a los hombres y mujeres de este tiempo a quienes Ella dirige su segundo mensaje. Les invita a buscar de un crecimiento espiritual viviendo en sus virtudes, abrazándose a la cruz en el sufrimiento, practicando la oración y el sacrificio. La Santísima Virgen, en este mensaje, habla de la Iglesia de su Hijo, como el Verdadero Camino y llama a sus hijos a la fidelidad y a la obediencia a la Iglesia, a asistir a sus hijos predilectos en su difícil tarea y a permanecer firmes en medio de la prueba.

“Permanezcan firmes en el Verdadero Camino, en la Iglesia de mi Hijo, pues se acercan los momentos de la gran prueba; el sufrimiento será necesario, la oración y el sacrificio serán mandatorios”.

Estas palabras proféticas se han realizado en aquellos que han hecho vivencia los mensajes de la Santísima Virgen del Rosario y que tienen esta devoción arraigada en sus vidas. Han vivido momentos de rechazo, de tribulación, de represión y persecución en sus comunidades, en sus trabajos y sobre todo en su misma Iglesia. Sin embargo, aún siendo señalados y calumniados han manifestado su fidelidad a la Iglesia permaneciendo firmes en medio de la prueba. Gran misterio de Dios que prueba a los que ama.

Al finalizar el segundo mensaje de la Santísima Virgen habla de siete retoños, siete espadas y siete generaciones. Profecías que se están cumpliendo, en los cientos de hijos que responden día a día al llamado de la Madre. Hijos nuevos de la Santísima Virgen, hijos que por la gracia de Dios saben vivir en la oración y el sacrificio, frecuentando los sacramentos y manteniéndose fieles a su Iglesia; hijos dóciles que se esfuerzan para que se logre cumplir en todo momento la voluntad de Dios al cumplir con sus compromisos de verdaderos cristianos.

TERCER MENSAJE

El tercer mensaje dejado por la Santísima Virgen del Rosario fue dado a conocer a la luz pública el 26 de abril de 1987 por el vidente Juan Ángel Collado, una vez cumplidas las indicaciones que la Virgen dejara al vidente:

“Para esos tiempos el Santo Padre, hijo verdadero y predilecto, habrá visitado esta tierra. Serán tiempos de represión y persecución para aquellos que promulguen mi nombre como Madre del Verdadero Camino hacia el Padre. En los momentos de tribulación surgirá una gran esperanza. Millares de hijos se reunirán en una demostración de amor verdadero y unirán su corazón al mío para suplicar misericordia de mi Amadísimo Hijo. Esto es señal de que ha llegado el momento de decir el siguiente mensaje:

La humanidad se ha sumergido en una indiferencia profunda; le falta la fe, la esperanza y la caridad. El egoísmo, la soberbia, el materialismo y la murmuración corrompen el corazón de muchos. Hijos míos, cuídense del egoísmo, este demonio ha penetrado en el alma de muchos hombres en el Verdadero Camino.

Hijos es Hora, es la Hora de que todos los hombres se unan en oración continua suplicando la misericordia de mi Hijo. Es necesario que el Santo Padre haga un llamado a los sacerdotes, religiosos, obispos y escogidos para que junto a todos los hijos de la Iglesia recen el rosario rogando por la conversión de los hombres.

Hijos nuevos, hijos míos pidan por la transformación de la humanidad, de los que están alejados de Dios y muy especialmente por los dirigentes de la Iglesia.

Es hora de que todos se conviertan en la Voz del Camino. Que a través de sus bocas y de su ejemplo se difunda la caridad, el amor de mi Amadísimo Hijo. La Iglesia debe estar abierta para todos los hombres de la tierra, pues mi Hijo murió en la cruz por todos los pecadores.

A las once de la mañana los visité por primera vez para hacerles el llamado de la Hora. Un gran peligro amenaza la humanidad… Hijos nuevos estén alerta, plenitud es lo que quiero.

Yo prometo mi protección maternal cubriendo con mi manto y facilitando las gracias necesarias a todo aquel que en estos momentos difíciles, todos los días rece cinco misterios del rosario.

Protéjanse debajo de mi manto y vivan en mis virtudes. Plenitud es lo que quiero porque así me lo ha encargado mi Hijo. Plenitud y mi promesa; restitución del camino.”

María

Este mensaje de la Santísima Virgen del Rosario, salió a la luz pública el 26 de abril de 1987, al cumplirse la última indicación de la llave del mensaje: Una multitud unida por el amor a la Santísima Virgen que de rodillas suplicó misericordia a Nuestro Señor.
En este mensaje la Santísima Virgen se asegura de volver a recordar algunas de las enseñanzas básicas de nuestra fe. Ante la indiferencia profunda, hace falta que aumente la fe; ante el materialismo desenfrenado hace falta que se aumente la esperanza; ante el egoísmo y la murmuración, está faltando la caridad. Repite su llamado a la oración y a la conversión. Hace un llamado a la Iglesia a abrir sus puertas a todos, aún a los más pecadores ya que su Hijo Jesús murió en la cruz por todos.
La Santísima Virgen en su tercer mensaje hace referencia a la hora de su visita, las once de la mañana, hora undécima, (Mt. 20, 6-9) que bíblicamente representa la última oportunidad. Advierte de un grave peligro que se cierne sobre la humanidad.
Al finalizar el tercer mensaje, la Santísima Virgen repite su promesa pidiendo esta vez el rezo diario del rosario. Concluye el mensaje haciendo un llamado a crecer en el espíritu para alcanzar la plenitud.
El tercer mensaje de la Santísima Virgen contiene un pedido de oración al Santo Padre que se hizo realidad. En este mensaje la Santísima Virgen pide al Santo Padre que una a toda la Iglesia rezando el rosario. Pasaron 40 días de aparente espera y al próximo día, en el umbral del año mariano, el 6 de junio, el Santo Padre unió a los hijos de la Iglesia en la más grande transmisión de televisión jamás realizada y rezó de rodillas el rosario en cinco idiomas diferente.

CUARTO MENSAJE

El cuarto mensaje dejado por la Santísima Virgen del Rosario fue dado a conocer a la luz pública el 25 de mayo de 1992 por el vidente Juan Ángel Collado, una vez cumplidas las indicaciones que la Virgen dejara al vidente:

“Serán tiempos difíciles de gran deterioro social y moral, pero sobre todo de deterioro espiritual. Imperará el egoísmo de los hombres. Serán perseguidos aquellos que se han consagrado a mi Amadísimo Hijo Jesús a través de mi llamado a la promulgación de una nueva estirpe de cristianos verdaderos. Algunos hijos nuevos consagrados a mi pequeño reinado traspasarán mi corazón con la espada de la traición y abandono de su promesa a Nuestro Señor Jesucristo. Aún así el mensaje de restitución será acogido y promulgado más allá del mar, donde he puesto mi pie derecho. En los momentos de mayor tribulación y persecución enviaré al Ángel que te señalará de nuevo al camino. Esto es señal de que ha llegado el momento de decir el siguiente mensaje:

Miles de almas se pierden diariamente arrastradas por el pecado y la infidelidad a mi Amadísimo Hijo. El deterioro social, moral y espiritual ensombrece la humanidad que puebla la tierra. Han llegado los tiempos profetizados en que padres e hijos se destruyen unos a otros. La humanidad está sumergida en una gran crisis de fe que pasa desapercibida. La mayoría de los hombres no cumplen sus compromisos de cristianos. Motivados por el egoísmo y la soberbia, han caído en la falsedad de las apariencias y en la superficialidad de las exigencias humanas. Algunos sacerdotes, ministros de mi Hijo y pastores del rebaño son irreverentes al celebrar los Santos Sacramentos; por su infidelidad a su vida consagrada, su apego al dinero, la búsqueda de reconocimiento y el desenfreno por los placeres, se convierten en aliados del enemigo. Son ellos causantes de la pérdida de la fe, motivan la desunión y engendran el antagonismo y la violencia. Éstos, si no se arrepienten y comienzan una vida de penitencia, perderán su alma para siempre. Les recuerdo hijos míos que ellos tienen la encomienda de representar a mi Hijo en la tierra y como cristianos deben amarlos y ayudarlos. Ofrezcan sus oraciones y sacrificios por su conversión. Les confirmo que el Amor y la Misericordia de mi Hijo son grandes para los que restituyen. El elixir del Amor Misericordioso de mi Hijo cubre y reviste a aquellos que son fieles, que cumplen su compromiso.

Es la Hora en que por no responder a mis advertencias, las profecías comienzan a cumplirse. Hijos míos, hijos nuevos, protéjanse debajo de mi manto y vivan en mis virtudes. Les advierto que un día la bóveda del cielo amanecerá toda anaranjada, el frío será intenso y vendrá sobre la humanidad una gran tribulación y desesperación. Será como si el infierno se hubiera posado sobre la tierra. Padres, madres, hijos y todos los seres humanos se pelearán entre sí y querrán matarse; se harán daño hasta la muerte. La piel de algunos hombres se les caerá y chorreará por sus huesos. Otros se convertirán en seres monstruosos, abominables y se comportarán como demonios. Será la culminación del caos y la desesperación, pero no será el fin del mundo, pues eso sólo mi Padre lo sabe; morirán justos y pecadores. Muchos que con sacrificio pusieron a Dios como prioridad quedarán de pie; entonces se restituirá el Amor de Dios sobre todas las cosas en la nueva comunidad. Esto vendrá a causa de los hombres que mal utilizando el libre albedrío engendran toda clase de mal. Les describo esto, no para que teman sino para que se den cuenta de la Misericordia y el Gran Amor que tiene mi Amadísimo Hijo por ustedes. Él espera y yo les llamo a la conversión inmediata y sincera.
Todo lo que les advierto podrá ser evitado y terminaría la crisis de fe si todos los elegidos se convierten y comienzan a vivir una vida de oración intensa dedicándose a la penitencia, sometiéndose al ayuno y abstinencia, practicando la mortificación de los sentidos y poniendo una especial atención a la participación de los Sacramentos. Estos se recibirán con mayor devoción y fervor cada cual según su condición y dirección, viviendo en mis virtudes y observando las enseñanzas de la Iglesia de mi Amadísimo Hijo Jesús.

Por encargo de mi Hijo, yo les propongo un plan de entrega y crecimiento espiritual para alcanzar así la Plenitud. Este consiste en imitar a mi Amadísimo Hijo; en llevar una vida disciplinada en la oración, comenzando en la mañana, al mediodía, en la tarde y concluyendo el día con el rezo del Santo Rosario; ayuno frecuente acompañado de abstinencia en el día sexto, día que los hombres han convertido en el día del pecado; vivir complacidos en una vida de alegrías sin fin, proporcionada por la gracia pese a la cruz y el sufrimiento y tener una disposición amplia a la penitencia y al sacrificio. Para ayudar a mi Hijo a aliviar el peso de la cruz, les propongo que se sometan a la autodisciplina haciéndose partícipes de la purificación de la humanidad por la mortificación de los sentidos. Todo esto culminado con la alegría de participar intensa e íntimamente de la Sagrada Eucaristía. El fruto de este plan será compartido en la búsqueda de la conversión de los demás con un apostolado firme, constante y diligente.

Hijos míos, si hicieran todo esto que les recomiendo, entonces habrán aceptado mi invitación a ser apóstoles de los tiempos; así serán partícipes de mi broche, de la nueva estirpe. Hijos nuevos, serán ustedes partícipes de la restitución hacia el Propósito Séptimo, la Plenitud de mi Hijo, ahora y para siempre.

Un último consejo hijos míos, el demonio tratará de destruir mi obra y mi manifestación al mundo. Sucederá que habrá un relajamiento tal para lo divino que por doquier se hablará de mensajes vanos y superficiales. Serán muchas las alegadas apariciones. Algunas serán auténticas y otras serán obras del maligno que con sagacidad y disfraz de luz envolverá a muchos. Algunas de estas apariciones que no serán manifestaciones mías, serán respaldadas por pastores y jerarcas de la Iglesia de mi Hijo Jesús. Otras donde estoy presente, serán perseguidas y reprimidas, pero no sea esto causa de frustración y pérdida de la fe, mejor así. Entonces, permanezcan más firmes en la Iglesia de mi Hijo, ámenla con más intensidad, amen a los pastores y sacerdotes, esfuércense por vivir una vida de armonía y común unión con los pastores. Esto será la señal de que ustedes están conmigo, están en mí y son de mi Hijo Jesús, el Cristo.

Les doy una señal: allí donde yo esté pediré oración, pediré penitencia con especial atención al ayuno y pediré mucho sacrificio. Sobre todo, pediré un amor especial a mi Estrella Mayor, a mi Hijo, la Eucaristía.

Yo soy el Ángel Mayor enviado de estos tiempos, la Virgen de Luz, la Virgen María, la Esposa de Dios.

Plenitud y mi promesa; restitución del camino.

María

Este cuarto mensaje se dio a la luz pública el 25 de mayo de 1992 y se podría resumir en las siguientes ideas centrales:
1. La crisis de fe que se vive en el mundo y que desafortunadamente alcanza también a algunos sacerdotes, que por su infidelidad a su vida consagrada se convierten en aliados del enemigo.
2. La necesidad de rezar y sacrificarse por los sacerdotes en general.
3. Una advertencia de la Santísima Virgen de un castigo al mundo y la gran misericordia que Dios tiene por la humanidad, que espera de todos los hombres una conversión inmediata y sincera.
4. Una proposición a los hombres de entrega y crecimiento espiritual, mediante una vida disciplinada de oración, ayuno, mortificación de los sentidos, disposición amplia a la penitencia y al sacrificio y una participación intensa e íntima en la Sagrada Eucaristía.
5. Que el demonio tratará de destruir su obra mediante un relajamiento hacia lo divino, a través de falsas apariciones y manifestaciones que serán obra del maligno y que algunas de ellas serán respaldadas por pastores y jerarcas de la Iglesia; de igual modo, apariciones que serán manifestaciones de Dios serán reprimidas y perseguidas por la misma Iglesia.
6. La Santísima Virgen, finalmente, se proclama como el Angel Mayor enviado de estos tiempos, la Virgen de Luz, la Virgen María y la Esposa de Dios.
7. Concluye afirmando con autoridad soberana que Ella es la Esposa de Dios.
El cuarto mensaje de la Santísima Virgen del Rosario es concreto, conciso y claro. El que quiera entender, que entienda.

QUINTO MENSAJE

Este es el fragmento revelado del Quinto Mensaje de la Virgen del Rosario del Pozo, el cual fue dado a la luz pública el domingo 28 de octubre de 2007 por el presidente de la Misión Nuestra Señora del Pozo, el Dr. Ricardo Ramos Pesquera.

“Frente al corazón ensangrentado de mi Hijo, Yo, la Madre de Dios pido que recen mucho por los miembros promesados que están fuera de la Misión. Sus almas corren gran peligro. Su alianza con el enemigo les traerá grandes penurias a sus almas y sus corazones faltos de amor.

Sólo el Padre sabe quién se condenará, pero el infierno está lleno de hombres y mujeres que tenían un compromiso con mi Hijo y no lo cumplieron, porque le fallaron a Dios. En mi silencio de espera lloro por los que no están.

“Mártires algunos serán y derramarán su sangre, pero es mejor perder hasta la última gota, que perder el alma para siempre. Más aún, serán éstos la alegría del Reino Eterno y serán dueños del Bastón Sagrado. Recibirán las gracias que mi Hijo guarda para los mártires.”

“Alertad a los que están fuera de mi pequeño reinado. Yo los llamo con urgencia, pues se acercan los momentos del juzgado. No habrá excusas ni misericordias, pues todo se les ha dado.”

“Cuando venga el Señor a juzgarlos por el fuego, serán los primeros en ver las llamas si se les encuentra culpables por desertar sin remedio.”

Los que desertan y se juntan con el enemigo serán juzgados como soldados de traición. Por eso, recemos por ellos. “Mejor mártires de sangre que desertores sin remedio”. Les falta amor en su corazón y están llenos de odio y de venganza, por esto cubro mi cabeza con velo Negro hasta que sus corazones se ablanden y retomen las gracias del perdón. Sean soldados firmes aunque nuestros corazones sean desangrados por el odio y la falta de caridad de los que se han alejado.

Mi Hijo proveerá la Luz de mi Amado Esposo y yo le abriré paso al que sirve bien, con fidelidad, entusiasmo, sacrificio, esmero, y se da sin reserva, sin guardar nada para sí.

Perdonen a los que les hieren y les hacen sangrar, perdónenles 70 veces siete. Obren así como reza en la oración que mi Hijo dedica al Padre. Entonces, serán verdaderos cristianos, hijos de la restitución ahora y para siempre”

María

SEXTO MENSAJE

Los siguientes son fragmentos del sexto mensaje que dejara la Santísima Virgen en su aparición, en el Barrio Rincón de Sabana Grande, Puerto Rico, el día 23 de abril de 1953. Estos fueron divulgados al mundo el 25 de mayo de 2008.

“…La humanidad se sumerge en el mundo del placer, en el materialismo, en los vicios, en las comodidades y los seres humanos se adormecen y no visualizan ni sienten la vida espiritual. Hasta los que dicen ser fieles seguidores de mi Hijo Jesús se han llenado de indiferencia y han perdido la fe. El humanismo y el sentimentalismo mundano han reemplazado el amor a la vida sobrenatural y espiritual. Se ha perdido la esperanza en la verdadera vida, la vida eterna…

…Esparzan por el mundo la nueva de mi Hijo, existe una vida sobrenatural y eterna. Ésta no es ilusión ni es etérea, sino que es auténtica, palpable. Anuncien la vida después de la muerte como el nacimiento a la verdadera vida, donde ya no se muere y Dios nos proveerá todo sin sufrimientos. En la vida eterna participaremos de la gracia bendita y eterna del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; será la felicidad eterna…

…Las extrañas creencias y nuevas filosofías, que se alejan de la verdad del Evangelio, se esparcen sin freno por el mundo, incluyendo en los corazones de muchos pastores de la Iglesia de mi Hijo. La entrega y diligencia del Santo Padre, para enfatizar y llamar a la práctica de la doctrina verdadera, serán ayuda del Cielo… Deberá haber un llamado a vivir una vida de entrega y acción apostólica de mayor diligencia.

…La insensibilidad a lo espiritual no les deja percibir los grandes peligros que enfrentará la humanidad… Grandes sufrimientos les esperan a los pobladores de la tierra. Aun teniendo dinero y recursos, faltarán agua y alimentos. Llegará el momento que parecerá que estas carencias han sido superadas; pero luego se recrudecerán y morirán miles de seres humanos. Muchos morirán por la carencia y otros morirán en las luchas y las guerras, por obtener lo que será más valioso que el oro…

…Recen el santo rosario por la paz del mundo y para que mi Hijo calme la naturaleza, pues sucederá que sobre la tierra vendrán grandes desastres y calamidades que traerán desolación. La tierra se convertirá en un lugar difícil y peligroso para la vida…

…Surgirán muchas enfermedades, en especial una enfermedad se esparcirá por el mundo y tomará muchas vidas… El viento soplará de este a oeste, el cielo estará rojizo y las nubes no cubrirán el sol. La cura no resultará y sólo la fe sanará…

…A causa de los experimentos y trabajos con la clonación de células humanas y trabajos genéticos, la raza humana sufrirá cambios, que irán en deterioro de ésta…

…Se acerca el momento de la gran prueba, que dejará destrucción y desasosiego por doquier. Esto sucederá pronto, más mañana que hoy. No dejes apagar tu cirio, vela porque su luz ilumine tu casa. Será como si el mismo infierno se hubiera posado sobre la tierra.

…Naciones poderosas entrarán en combate, que traerá muchas desgracias y sufrimiento… Serán luchas entre la libertad y la esclavitud, la vida y la muerte, la obscuridad y la luz… Sucederá al amanecer del día de la verdad y sonará la sirena que embriaga. La bandera quedará sin asta y el ruido dejará sordos a los ciegos…

…Algo no previsto ni esperado vendrá de arriba y causará penurias y desasosiego… Cuando obscurezca, los niños mirarán al cielo y los ríos sonarán como música. Tocará la flauta el músico y llevará consigo a algunos de los elegidos y recogerán pétalos en los capullos…

…Se deberá reforzar la seguridad para el Santo Padre; cuiden el día de la fiesta que celebra la venida del Ángel. Gente maligna, que va en contra de la fe, planifica la obscuridad en la Iglesia…

Un gran descubrimiento científico traerá abundancia y tranquilidad por algún tiempo; pero el desasosiego volverá, hasta que se conviertan totalmente al amor de mi Señor Jesús.

…Esto se los digo, no para atemorizar, sino para que con su entrega a mi Señor, pueda ser superado. Todo esto podrá ser evitado, si la humanidad se llena de fe y de amor por mi Amadísimo Hijo, Jesús… Recen el santo rosario, esparzan la devoción al rezo del santo rosario. Promulguen la participación continua del Santo Sacramento del Altar, la Eucaristía… Si respondieran a todo lo que les he pedido en mis mensajes anteriores y, en especial, si se acogen al plan de entrega y crecimiento espiritual propuesto en mi cuarto mensaje, podré sostener la mano poderosa de mi Hijo.

…Les llamo a que se alejen de los odios, de los rencores, de los resentimientos, de las venganzas inútiles, de las envidias y de todo egoísmo. Son éstos causa de las luchas entre los pueblos, entre las familias y hasta entre hermanos. Iluminen su vida con las siete estrellas de mi corona…

Hagan realidad el mayor de todos los mandamientos: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente…

La humanidad deberá poner a Dios sobre todas las cosas, no filosófica ni superficialmente, sino de corazón y práctica diaria…

…Crean en el nombre de mi Hijo Jesús y ámense unos a otros, como Él nos lo mandó. Porque sobre todas las cosas el amor vencerá; vencerá el amor que emana del sacrificio y la entrega; vencerá el amor verdadero, ese amor que llevó a nuestro Señor Jesús a la resurrección, venciendo la muerte…

Yo les ofrezco las siete estrellas de luz como refugio y les cobijaré debajo de mi manto. Prometo, que si hicieras todo lo pedido por mi Hijo Jesús y lo señalado en mis mensajes, te protegeré del maligno y de todos los males; en especial, te ayudaré para que encuentres la salvación eterna, la prometida por mi Hijo Jesús… Recuerden y cumplan con las promesas hechas a mi Señor, pues así, Él cumplirá Su promesa de salvación en ti…

…Ustedes, los que habitan en mi broche, recibirán mi escudo protector. La fe, la entrega, la vida consagrada a promulgar mi nombre, la búsqueda apostólica para conseguir hijos y apóstoles para la restitución aplacarán la furia del enemigo.

…Cuando el viento sople con furia, allí estaré contigo para protegerte; cuando las aguas suban rugientes, allí estaré contigo para protegerte; cuando el fuego se inflame y sea implacable, allí estaré contigo para protegerte; cuando la tierra se estremezca violentamente, allí estaré contigo para protegerte. No temas, porque has recibido en tu casa y tu corazón los elementos, demostrando tu amor por lo creado por el Padre Eterno; porque has recibido en tu casa y tu corazón al Dios Creador, que es Trino, amando un solo Dios en sus tres Divinas Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios Trino y Su creación son la Plenitud eterna. Si eres fiel a mi Hijo y nos amas, Él y yo estaremos siempre contigo…

…El día que llegué a ti escuchaste: “No tengas miedo”. Entonces, no teman, pues el arco iris multicolor brillará por todos los confines, recordando la gran promesa del Cielo y de la tierra, la tuya, la mía y, sobre todo, la de mi Señor del Cielo.

…Yo soy la Purísima del Pozo, nuestra Señora del Rosario, enviada en estos tiempos por el Señor, mi Dios, mi Hijo Jesús…

Plenitud y mi promesa; restitución del camino.

María

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