¿Qué
diferencias hay entre las Biblias católicas y las Biblias protestantes?
La Biblia no es un solo libro, como algunos creen,
sino una biblioteca completa. Toda la Biblia está compuesta por 73 libros,
algunos de los cuales son bastante extensos, como el del profeta Isaías, y
otros son más breves, como el del profeta Abdías. Estos 73 libros están
repartidos de tal forma, que al Antiguo Testamento (AT) le corresponden 46, y
al Nuevo Testamento (NT) 27 libros. De vez en cuando suele caer en nuestras
manos alguna Biblia protestante, y nos llevamos la sorpresa de que le faltan
siete libros, por lo cual tan sólo tiene 66 libros. Este vacío se encuentra en
el Antiguo Testamento y se debe a la ausencia de los siguientes libros: Tobías,
Judit, 1 Macabeos, 2 Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico y el de Baruc.
¿Por qué
esta diferencia entre la Biblia católica y la protestante?
Es un problema histórico-teológico muy complejo.
Resumiendo mucho, trataremos de contestar esta pregunta.
Primero vamos a explicar cómo se formó la colección
de libros sagrados del Antiguo Testamento dentro del pueblo judío. Y luego
veremos cómo los cristianos aceptaron estos libros del A.T. junto con los
libros del N.T. para formar la Biblia completa.
La antigua
comunidad judía de Palestina
En tiempos de Jesucristo, encontramos que en
Palestina el pueblo judío sólo aceptaba el A.T. Y todavía no habían definido la
lista completa de sus libros sagrados, es decir, seguía abierta la posibilidad
de agregar nuevos escritos a la colección de libros inspirados. Pero desde
hacía mucho tiempo, desde alrededor de los años 600 antes de Cristo, con la
destrucción de Jerusalén y la desaparición del Estado judío, estaba latente la
preocupación de concretar oficialmente la lista de libros sagrados. ¿Qué
criterios usaron los judíos para fijar esta lista de libros sagrados? Debían
ser libros sagrados en los cuales se reconocía la verdadera fe de Israel, para
asegurar la continuidad de esta fe en el pueblo. Había varios escritos que
parecían dudosos en asuntos de fe, e incluso francamente peligrosos, de manera
que fueron excluidos de la lista oficial. Además aceptaron solamente libros
sagrados escritos originalmente en hebreo (o arameo). Los libros religiosos
escritos en griego fueron rechazados por ser libros muy recientes, o de origen
no-judío. (Este último dato es muy importante, porque de ahí viene después el
problema de la diferencia de libros.) Así se fijó entonces una lista de libros
religiosos que eran de verdadera inspiración divina y entraron en la colección
de la Escritura Sagrada. A esta lista oficial de libros inspirados se dará, con
el tiempo, el nombre de «Canon», o «Libros canónicos». La palabra griega Canon
significa regla, norma, y quiere decir que los libros canónicos reflejan «la
regla de vida», o «la norma de vida» para quienes creen en estos escritos. Todos
los libros canónicos de la comunidad de Palestina eran libros originalmente
escritos en hebreo-arameo. Los libros religiosos escritos en griego no entraron
en el canon, pero recibieron el nombre de «apócrifos», «libros apócrifos» (=
ocultos), porque tenían doctrinas dudosas y se los consideraba «de origen
oculto». En el primer siglo de nuestra era (año 90 después de Cristo) la
comunidad judía de Palestina había llegado a reconocer en la práctica 39 libros
como inspirados oficialmente. Esta lista de los 39 libros de A.T. es el llamado
«Canon de Palestina», o «el Canon de Jerusalén».
La comunidad
judía de Alejandría
Simultáneamente existía una comunidad judía en
Alejandría, en Egipto. Era una colonia judía muy numerosa fuera de Palestina,
pues contaba con más de 100.000 israelitas. Los judíos en Egipto ya no
entendían el hebreo, porque hacía tiempo habían aceptado el griego, que era la
lengua oficial en todo el Cercano Oriente. En sus reuniones religiosas, en sus
sinagogas, ellos usaban una traducción de la Sagrada Escritura del hebreo al
griego que se llamaba «de los Setenta». Según una leyenda muy antigua esta
traducción «de los Setenta» había sido hecha casi milagrosamente por 70 sabios
(entre los años 250 y 150 antes de Cristo).
La traducción griega de los Setenta conservaba los
39 libros que tenía el Canon de Palestina (canon hebreo), más otros 7 libros en
griego. Así se formó el famoso «Canon de Alejandría» con un total de 46 libros
sagrados.
La comunidad judía de Palestina nunca vio con
buenos ojos esta diferencia de sus hermanos alejandrinos, y rechazaban aquellos
7 libros, porque estaban escritos originalmente en griego y eran libros
agregados posteriormente.
Era una realidad que, al tiempo del nacimiento del
cristianismo, había dos grandes centros religiosos del judaísmo: el de
Jerusalén (en Palestina), y el de Alejandría (en Egipto). En ambos lugares
tenían autorizados los libros del A.T: en Jerusalén 39 libros (en hebreo-
arameo), en Alejandría 46 libros (en griego).
Los primeros
cristianos y los libros sagrados del A.T.
El cristianismo nació como un movimiento religioso
dentro del pueblo judío. Jesús mismo era judío y no rechazaba los libros
sagrados de su pueblo. Además los primeros cristianos habían oído decir a Jesús
que El no había venido a suprimir el A.T. sino a completarlo (Mt. 5, 17). Por
eso los cristianos reconocieron también como libros inspirados los textos del
A.T. que usaban los judíos. Pero se vieron en dificultades. ¿Debían usar el
canon breve de Palestina con 39 libros, o el canon largo de Alejandría con 46
libros?. De hecho, por causa de la persecución contra los cristianos, el
cristianismo se extendió prioritariamente fuera de Palestina, por el mundo
griego y romano. Al menos en su redacción definitiva y cuando en los libros del
N.T. se citaban textos del A.T. (más de 300 veces), naturalmente se citaban en
griego, según el Canon largo de Alejandría. Era lo más lógico, por tanto, que
los primeros cristianos tomaran este Canon griego de Alejandría, porque los
mismos destinatarios a quienes debían llevar la palabra de Dios todos hablaban
griego. Por lo tanto, el cristianismo aceptó desde el comienzo la versión
griega del A.T. con 46 libros.
La reacción
de los judíos contra los cristianos
Los judíos consideraban a los cristianos como
herejes del judaísmo. No les gustó para nada que los cristianos usaran los
libros sagrados del A.T. Y para peor, los cristianos indicaban profecías del
A.T. para justificar su fe en Jesús de Nazaret. Además los cristianos
comenzaron a escribir nuevos libros sagrados: el Nuevo Testamento. Todo esto
fue motivo para que los judíos resolvieran cerrar definitivamente el Canon de sus
libros sagrados. Y en reacción contra los cristianos, que usaban el Canon largo
de Alejandría con sus 46 libros del A.T., todos los judíos optaron por el Canon
breve de Palestina con 39 libros. Los 7 libros griegos del Canon de Alejandría
fueron declarados como libros «apócrifos» y no inspirados. Esta fue la decisión
que tomaron los responsables del judaísmo en el año 90 después de Cristo y
proclamaron oficialmente el Canon judío para sus libros sagrados. Los
cristianos, por su parte, y sin que la Iglesia resolviera nada oficialmente,
siguieron con la costumbre de usar los 46 libros como libros inspirados del
A.T. De vez en cuando había algunas voces discordantes dentro de la Iglesia que
querían imponer el Canon oficial de los judíos con sus 39 libros. Pero varios
concilios, dentro de la Iglesia, definieron que los 46 libros del A.T. son
realmente libros inspirados y sagrados.
¿Qué pasó
con la Reforma?
En el año 1517 Martín Lutero se separó de la
Iglesia Católica. Y entre los muchos cambios que introdujo para formar su nueva
iglesia, estuvo el de tomar el Canon breve de los judíos de Palestina, que
tenía 39 libros para el A.T. Algo muy extraño, porque iba en contra de una
larga tradición de la Iglesia, que viene de los apóstoles. Los cristianos,
durante más de 1.500 años, contaban entre los libros sagrados los 46 libros del
A.T. Sin embargo, a Lutero le molestaban los 7 libros escritos en lengua griega
y que no figuraban en los de lengua hebrea. Ante esta situación los obispos de
todo el mundo se reunieron en el famoso Concilio de Trento y fijaron
definitivamente el Canon de las Escrituras en 46 libros para el A.T. y en 27
para el N.T.
Pero los protestantes y las muchas sectas nacidas
de ellos, comenzaron a usar el Canon de los judíos palestinos que tenían sólo
39 libros del AT. De ahí vienen las diferencias de libros entre las Biblias
católicas y las Biblias evangélicas.
Los libros
canónicos
Los 7 libros del A.T. escritos en griego han sido
causa de muchas discusiones. La Iglesia Católica dio a estos 7 libros el nombre
de «libros deuterocanónicos». La palabra griega «deutero» significa Segundo.
Así la Iglesia Católica declara que son libros de segunda aparición en el Canon
o en la lista oficial de libros del A.T. porque pasaron en un segundo momento a
formar parte del Canon. Los otros 39 libros del A.T., escritos en hebreo, son
los llamados «libros protocanónicos». La palabra «proto» significa «Primero»,
ya que desde el primer momento estos libros integraron el Canon del A.T.
Qumram
En el año 1947 los arqueólogos descubrieron en
Qumram (Palestina) escritos muy antiguos y encontraron entre ellos los libros
de Judit, Baruc, Eclesiástico y 1 de Macabeos escritos originalmente en hebreo,
y el libro de Tobías en arameo. Quiere decir que solamente los libros de
Sabiduría y 2 de Macabeos fueron redactados en griego. Así el argumento de no
aceptar estos 7 libros por estar escritos en griego ya no es válido. Además la
Iglesia Católica nunca aceptó este argumento.
Consideraciones
finales
Después de todo, nos damos cuenta de que este
problema acerca de los libros, es una cuestión histórico-teológica muy
compleja, y con diversas interpretaciones y apreciaciones. Con todo, es
indudable que la Iglesia Católica, respecto a este punto, goza de una base
histórica y doctrinal que, muy razonablemente, la presenta como la más segura. Sin
embargo, desde que Lutero tomó la decisión de no aceptar esta tradición de la
Iglesia Católica, todas las iglesias protestantes rechazaron los libros
Deuterocanónicos como libros inspirados y declararon estos 7 libros como libros
«apócrifos». En los últimos años hay, de parte de muchos protestantes, una
actitud más moderada para con estos 7 libros e incluso se editan Biblias
ecuménicas con los Libros Deuterocanónicos. En efecto, han ido comprendiendo
que ciertas doctrinas bíblicas, como la resurrección de los muertos, el tema de
los ángeles, el concepto de retribución, la noción de purgatorio, empiezan a
aparecer ya en estos 7 libros tardíos. Por el hecho de haber suprimido estos
libros se dan cuenta de que hay un salto muy grande hasta el N.T. (más o menos
una época de 300 años sin libros inspirados). Sin embargo estos 7 libros
griegos revelan un eslabón precioso hacia el N.T. Las enseñanzas de estos
escritos muestran una mayor armonía en toda la Revelación Divina en la Biblia. Por
este motivo, se ven ya algunas Biblias protestantes que, al final, incluyen
estos 7 libros, aunque con un valor secundario.
•
El versículo de Lucas 1,28 es traducido por la
versión Reina-Valera Actualizada (1989): “Cuando entró a donde ella estaba,
dijo: –¡Te saludo, muy favorecida! El Señor está contigo”. Omite las palabras
“bendita tú entre las mujeres”, las cuales aparecen, en cambio, en la versión
Reina-Valera (de 1909), en la Reina-Valera Revisada (1960) y la Reina-Valera
Actualizada (1995).
•
El versículo de Mateo 16,18 aparece en la
Reina-Valera de 1909 como “tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi
iglesia”; pero en lugar de piedra aparece “roca” en las versiones Reina-Valera
Actualizada (1989), Reina-Valera Revisada (1960) y Reina-Valera Actualizada
(1995). El cambio es importante, porque está detrás la discusión de la relación
entre el nombre de Pedro y la “piedra” sobre la que se edifica la Iglesia de
Jesucristo; la relación entre los términos arameos “Cefas-cefas” usados por el
Señor queda en evidencia en la traducción “Pedro-piedra” y no tanto cuando se
traduce “Pedro-roca” (de todos modos, llegado el caso se puede explicar bien).
•
En Juan 6,56, Jesús dice “Ésta es mi sarka”. Las
cuatro versiones que venimos mencionando (Reina-Valera, 1909; Reina-Valera
Actualizada, 1989, Reina-Valera Revisada, 1960; Reina-Valera Actualizada, 1995)
traducen “carne” (al igual que las versiones católicas); pero de hecho el
término griego “sark”, admite otras acepciones como carne, cuerpo físico,
naturaleza humana, descendencia terrena (como por ejemplo la usa san Pablo en
Ro 9,8). Los traductores han hecho una interpretación (correcta) inclinándose,
como más exacta, por la palabra “carne”18. En Lc 1,32 aparece dôsei, de dídômi,
que si bien significa dar, garantizar, permitir, colocar, establecer, pagar,
producir, causar, confiar, ofrecer, infligir (como castigo), etc., es traducido
en todas las versiones como “dar” (“el Señor Dios le dará”). Etc.
La versión
conocida como Reina-Valera de la Biblia tuvo su origen con la presentación
de la llamada Biblia del Oso, que alcanzó amplia difusión, durante la reforma
protestante. Fue publicada en 1569 y debe su nombre al principal autor de la
edición original, Casiodoro de Reina, así como a su primer revisor Cipriano de
Valera, esta Biblia aunque dice fue traducida de los originales la realidad es
que es una traducción de la Biblia de Eramos copiados de unos textos Sirios
llamado "Textus Receptus". La Biblia original que tenia notas y contenía
los Libros Deuterocanonicos fue "revisada" por Cipriano Valera a la
muerte de Reyna, desde esa época hasta este siglo ha tenido decenas de
"revisiones" hasta una de las más recientes que rodando comas y
puntos pone en duda la divinidad de Cristo...La traducción es pésima y
tendenciosa pues mal interpreta palabras para no dar la razón a la Iglesia Católica,
estos son ejemplos de algunas:
1 Corintios
11,2
Os alabo porque en todas las cosas os acordáis de
mi y conserváis las Tradiciones (Paradosis) tal como os la he transmitido.
Como podemos ver, San Pablo está alabando a la
comunidad de Corintios no por guardar el Evangelio, sino por guardar las "
Tradiciones", lo cual se clarifica al saber que los Evangelios en esa
época aún circulaban en las comunidades cristiana y el conocimiento de JESÚS se
comunicaba oralmente, o sea en forma de Tradición.
Curiosamente la versión Reina-Valera editada por la
sociedad Bíblica Trinitaria y que es la mas utilizada en las Iglesias no
católicas lee de esta forma: y os alabo hermanos, que en todo os acordáis de
mí, y retenéis las INSTRUCCIONES de la manera que os enseñé"……. Qué
ocurrió aquí? ….. Porque se ha cambiado la Palabra de Dios? ……..La palabra griega
para instrucciones es Paideia entre otras, pero esta nunca sustituye a la
palabra Tradición. Aquí se ha alterado la palabra de Dios lo cual constituye un
caso muy grave contra el Señor y su Iglesia.
En otras versiones protestantes la palabra
Tradición es cambiada por " Doctrina", pero resulta que la palabra
doctrina se dice en Griego Didescalia, didace, eterodidaskaleo, que tampoco
sustituye a Tradición.
II
Tesalonicenses 2,15
Así pues hermanos manteneos firme y conservad las
Tradiciones Que habéis recibido de nosotros.
Aquí de nuevo la versión Reina –Valera vuelve a
cambiar la palabra Paradosis incurriendo en un nuevo error. San Pablo insiste
continuamente en que se debe conservar todo lo recibido por él y que a su vez
recibió de los Apóstoles y esto es tradición.
¿Qué contienen los Deuterocanonicos?
Predispuestos con la ubicación de estos libros, los
protestantes se han tomado la tarea de buscar evidencias que pongan en tela de
juicio la inspiración divina de los mismos. Han tratado de desvirtuar su
contenido con frases textuales sacadas de ellos y exponiéndolas fuera de su
contexto; así bajo esta regla hasta los libros de la Biblia hebrea perderían su
inspiración divina.
Tobías: Este libro nos narra la
historia de Tobías, un judío del norte de Palestina, de la tribu de Neftalí,
desterrado a Asiria. Llega a ser administrador del Rey pero sigue siendo el
mismo lleno de amor por los pobres e incluso a exponer su vida por esto. El
personaje de fondo es Tobit, el padre de Tobías, que muestra su amor por educar
a su hijo en la ley de Dios.
Este junto a Macabeos es la principal piedra en el
zapato de los protestantes, por el siguiente verso:
“Sepan entonces que, cuando tú y Sara
rezaban, yo presentaba tus oraciones a Dios” (Tob 12,12).
Bajo esta frase, la doctrina de la intercesión de
los ángeles y santos quedaría fortalecida.
Aun más, si se observa Apocalipsis 8 donde se dice:
“... se le dieron muchos perfumes: las oraciones
de todos los santos que iba a ofrecer... las oraciones de todos los santos, se
elevó de las manos del ángel a Dios”. (Ap 8,3-4).
Esta conexión presente entre Tobías y Apocalipsis
llevó a Martín Lutero a considerar el Apocalipsis como un libro apócrifo e
intentar sacarlo del canon del Nuevo Testamento. Lutero debió ser muy astuto
para intentar buscar en el Nuevo Testamento cualquier cita que apoyara los
deuterocanónicos para querer sacarlos también del Canon. En los otros libros se
observará que él hace lo mismo.
Pero lo que arguyen los protestantes es que
estos libros se contradicen con los otros. Veamos si es verdad:
En 1Sam 16, Samuel busca a David para
ungirlo porque el espíritu de Dios vive en él. A Saúl lo atormenta un espíritu
malo que supuestamente viene de Dios (esto sí que pareciera contradictorio a
Dios), entonces le envían a David al rey Saul, y dice la Palabra:
“Cuando el espíritu de Dios atormentaba a Saúl,
David tocaba la cítara y Saúl encontraba calma y bienestar, y el espíritu malo
se apartaba de él.” (1 Sam 16,23)
En Tobías se aprecia una historia similar: Sara se
ha casado varias veces, y todos sus maridos han muerto por la presencia de un
espíritu malo; el ángel Rafael le dice a Tobías que tome un pescado, le saque
el hígado, la hiel y que al quemarlo el espíritu malo desaparecerá:
“Si se quema el corazón o el hígado del pez ante
un hombre o mujer atormentados por un espíritu malo desaparecerá para siempre”. (Tob
5, 8)
Entonces, si dicen algunos protestantes, que
esto es brujería, que no es bíblico, tampoco sería lo de David. En conclusión,
el lector se dará cuenta, que son costumbres del pueblo judío. No significa que
esto sea antibíblico.
Otro argumento usado contra Tobías, lo aprecie de
un libro protestante (y cualquier artículo evangélico sobre este tema lo usa)
donde criticaban este verso:
“... la limosna libra de la muerte y purifica
todos los pecados” (Tob 12, 9)
A simple vista parece que los pecados fueran
borrados no por el poder de Dios sino la limosna. Pero si miramos el verso
dentro de su contexto veremos que el ángel Rafael en el versículo 7-8 dice:
“Practiquen el bien, porque así nunca les
alcanzará el mal. Es buena la oración con ayuno, limosna y justicia.... es
mejor dar al pobre que amontonar tesoros...”
Como se ve, el autor está comparando el dar a los
pobres con el amontonar tesoros; y de aquí muestra cual de los dos actos
purifica mas y libra de los pecados. No es en sí el dar limosna, pero comparado
con amontonar tesoros, lo primero le agrada más a Dios. Además completemos esto
con otro texto:
“Por eso, rey, acepta mi consejo: borra tus
pecados con obras de justicia y tus maldades con obras
de misericordia con los pobres”. (Dan 4,24)
¡Caramba!. ¿Será que Daniel, el que profetiza sobre
Cristo en el capítulo 7, está suplantando su obra redentora por las obras con
los pobres?. Para poder tomar una cita aislada de la Biblia se debe asegurar
que otro texto no contradiga supuestas afirmaciones ya que en verdad LA PALABRA
NO SE CONTRADICE. Además, cuando la Iglesia aun no ha apostatado como dicen los
protestantes, Policarpo de Esmirna en el siglo II, discípulo del apóstol Juan
escribe en su carta a los filipenses:
“Cuando puedan hacer el bien, no lo posterguen,
pues la limosna libera de la muerte”
Será que Policarpo se equivocó y referenció un
libro NO INSPIRADO. Más bien se debe dudar hombres aparecidos hace unos cuantos
siglos.
Y para ser más exactos la primera carta de Pedro
dirá: “porque el amor cubre o disimula multitud de pecados” ¿Será
que dirán que esto también es un mensaje de salvación falso?
1 y 2 Macabeos: Los libros que
existieron de los Macabeos fueron cuatro pero la Iglesia sólo reconoció dos de
ellos como inspirados por Dios. La historia de estos libros se desarrolla en el
segundo siglo antes de Cristo (175-135) cuando una familia al mando de Judas
Macabeo, lucha por la libertad del pueblo judío, y más de su religión. Se
vuelve a advertir que el punto álgido con los protestantes es la oración a los
muertos, que fortalecería la doctrina del Purgatorio, pero cabe resaltar, que
esta doctrina no está soportada solo en este versículo:
“... y rezaron al Señor para que perdonara
totalmente ese pecado a sus compañeros muertos”. (2 Mac 12, 42).
Según esto, si se ora por los muertos, Dios
perdonará sus pecados. Realmente no existe otra cita en la Biblia que muestre
lo mismo, pero el sentido de este artículo no es explicar el purgatorio, sin
embargo se muestra a continuación el pensamiento de un autor protestante sobre
la oración a los muertos:
"Claro que oro por los muertos. La acción es
tan espontánea, tan inevitable, que sólo el caso teológico más compulsivo
contra ella podría detenerme. Y apenas sé cómo podría sobrevivir el resto de
mis oraciones si las que son por los muertos fueran prohibidas. A nuestra edad,
la mayoría de los que más amamos están muertos. ¿Qué clase de relación podría
tener con Dios si no pudiera mencionarle lo que más amo?". C.S.Lewis. Cartas
a Malcom.
Pero como esto no los haría cambiar de opinión,
igual que en Tobías, han buscado citas para desprestigiar los libros. Por
ejemplo en 2 Macabeos 15:
“Si la narración ha sido buena y bien dispuesta,
esto es lo que he deseado; mas si ha sido mediocre e imperfecta, es porque no
podía hacerla mejor”. (2 Mac 15,38).
Según un libro protestante, esta cita hace
dudar de la verdadera inspiración del autor, pero yo creo que siendo sincero el
autor realza más su labor de escritor. Pregúntele a un protestante si el
Espíritu que inspiro a los autores de Crónicas fue diferente al que inspiró al
de Proverbios, sólo porque uno recopila datos históricos, mientras que el otro
indica lo que agrada a Dios.
Otra cita usada se encuentra en el capítulo 14
donde el autor protestante dice que aquí se exalta el
suicidio. Pero leamos lo que realmente dice:
“Los paganos que habían huido de Judea por temor
a Judas, acudieron muy numerosos a Nicanor, pensando que las desgracias y la
derrota de los judíos serían victorias para ellos”. (2 Mac 14,14)
¿En una época como la de los Macabeos, a que pueblo
no le agradaría que sus enemigos sean vencidos? No se observa ninguna
exaltación como quieren hacer ver.
Se puede intentar hacer el mismo análisis que en
Tobías para ver que cita del Nuevo Testamento la refuerza, y si
COINCIDENCIALMENTE Lutero lo saco del canon del Nuevo Testamento:
Dave Amstrong en su artículo sobre los
deuterocanónicos (traducido por Luis Pérez) hará un paralelo entre (1
Cor 15, 29)y (2 Mac 12, 44):
1ª Corintios 15:29 De no ser así ¿a qué
viene el bautismo por los muertos? Si los muertos no resucitan en manera alguna
¿porqué bautizarse por ellos?
2ª Macabeos 12:44 Pues de no esperar
que los soldados caídos resucitarían, habría sido superfluo y necio rogar por
los muertos.
En la cita de Pablo, el término “bautismo” connota
expresamente penitencia o aflicción (ver Mc 10, 38-39) y está
indicando las oraciones que la Iglesia primitiva hacia por los muertos (por los
que se podía orar). Pero como esta cita puede ser entendida de un modo
diferente, Lutero no vio problema en dejarla. Donde si no perdonó fue en la
carta a los Hebreos.
El capítulo siete del segundo libro de Macabeo
presenta una bella historia, de 7 hermanos que mueren torturados por no
postrarse y adorar a un rey. Lo bello de esta historia es ver la fe de estos
hermanos en la promesa de la resurrección de los muertos. Cada uno muere
torturado confiando en la recompensa eterna. Pasando al Nuevo Testamento, Hebreos
11, 35 dirá:
“las mujeres recibieron a sus muertos por la
resurrección. Algunos fueron torturados, rehusando aceptar ser liberados, para
poder levantarse nuevamente a una vida mejor" (Heb 11, 35). James
Akin (evangélico converso) en su escrito sobre el tema recapitula los
hechos donde el Antiguo Testamento protestante muestra a hombres torturados y
nunca hacen alusión a la esperanza de la Resurrección. Lutero debió haber leído
este pasaje y haberse acordado de Macabeos, y como no estaba de acuerdo con lo
que este deutero enseñaba, libremente decidió también llamar a la Carta a los hebreos:
APÓCRIFA.
El primer libro de los Macabeos, según el Talmud
babilónico, era usado en la fiesta de las Encenias o purificación (hanukkah)
con el texto 1 Mac 4, 36-adelante.
Es lamentable ver a Lutero buscar reformar los
errores de la Iglesia Católica mientras él a su libre albedrío quitaba libros
de LA PALABRA DE DIOS, sólo porque no iban de acuerdo con sus doctrinas.
Cuantos evangélicos desconocen estas cosas.
Eclesiástico: Este libro fue
escrito por Jesús Ben Sirá (180 A.C) y traducido por su nieto al griego (135
A.C). Recopila muchos pensamientos y consejos de sabios. Exalta el valor de la
sabiduría, y toca muchos temas de interés para todos. Hay algo
curioso con este libro, si en verdad la Iglesia lo puso para defender algo. La
Iglesia enseña que la unidad del Cuerpo de Cristo, que somos todos, incluye a
la Iglesia militante, que somos los vivos, la Iglesia purgante que están ya
salvos pero en proceso de la santificación final, y la Iglesia triunfante, que
están en la presencia de Dios. Además, creemos que podemos orar por los
difuntos, y que los santos pueden interceder por nosotros. Entonces vemos un
pasaje de este libro:
“El muerto no puede ya alabarle y merecer la
vida eterna” (Eclo 17, 18).
Con un sentido protestante, esta cita demostraría
que los que no están vivos no pueden orar ni alabar a Dios. Lo que quiero
mostrar es que estos libros NO LOS IMPUSO la Iglesia para defender nada, los
puso porque son obra del Espíritu Santo. El texto anterior es utilizado para
desmitificar “la Comunión de los Santos” e incluso de libros protocanónicos
sacan citas parecidas.
También se podría mirar una cita parecida a la de
Tobías en eclesiástico 3,32:
“El agua apaga el fuego ardiente, y la limosna
expía los pecados”. (Eclo 3,32)
Pero cabe preguntarnos si realmente lo que borra
los pecados es la sangre de Cristo, ¿Por qué el autor de la 1 carta de Pedro
escribe?:
“el amor borra los pecados” (1 Pe 4,
8). ¿Será que dudaremos hoy de la carta de Pedro por esta frase?
Miremos las citas de este libro que pueden ser
tomadas en otros libros:
“No seas hablador en el concurso de los
ancianos, ni repitas en tu oración o amontones las palabras” (Eclo
7,15).Comparémoslo con (Mt 6, 7)
“Pues al modo que en el fuego se prueba el oro y
la plata, así los hombres gratos a Dios se prueban en la fragua de la
tribulación” (Eclo 2, 5-6). Comparar con (1
Pe 1, 7)
“Perdona a tu prójimo cuando te agravia, y así
cuando tu implores el perdón, e serán perdonados tus pecados” (Eclo
28, 2).Comparar con (Mt 6, 14).
“Escucha con sosiego lo que te dicen; a fin de
que lo entiendas, y puedas dar con prudencia una cabal respuesta” (Eclo
5, 13).Comparar con (Sant 1, 19)
“Venid a mí todos los que halláis presos de mi
amor, y saciaos de mis dulces frutos” (Eclo 24, 26). Comparar
con (Mt 11, 28)
Que cada lector analice y le pida el Espíritu que
lo guíe hacia la verdad.
Sabiduría: Este libro al igual que
Eclesiástico nos presenta una serie de consejos y pensamientos acerca de la
sabiduría. Fue escrito fuera de Israel, razón por la cual los judíos de
Palestina decidieron excluirlos de su Biblia. Se ve muy marcado el pensamiento
helénico pero su contenido es bello. Este libro de seguro pensarán los
protestantes que la Iglesia lo colocó para defender algo. La verdad es que este
libro dedica varios capítulos a atacar la idolatría, de la cual tanto nos
acusan. Lo mejor para la Iglesia hubiera sido excluirlo, sin embargo lo dejó. Miremos
un pasaje:
“Pues la invención de los ídolos fue el origen
de la idolatría, y su hallazgo la corrupción de la vida, porque ni los había en
el principio, ni los habrá siempre.” (Sab 14, 12-13)
El texto menciona que los ídolos no durarán para
siempre, pero lo raro es que según los protestantes, los católicos somos
idólatras y llevaríamos dos mil años haciéndolo. De todos modos este libro nos
ayuda aclarar en verdad la diferencia entre lo que la Iglesia enseña como
veneración y la verdadera adoración.
“Y así hacían traer desde lejos los
retratos de aquellos a quienes podían los hombres honrar personalmente por
estar distantes y exponían a la vista de todos la imagen del rey a quien
querían tributar honores, a fin de reverenciarle con su culto, como si estuviere
presente. La extrema habilidad del artífice atrajo también a los ignorantes a
este culto; porque deseando complacer al que lo hacía trabajar, empleó todos
los esfuerzos del arte, para sacar más al vivo la imagen. Con esto embelesado
el vulgo, con la belleza de la obra, comenzó a calificar por un dios al que
poco antes era honrado como un hombre” (Sab 14, 17-20).
Como se observa en el último verso, honrar a
alguien como hombre NO ES IGUAL a adorarlo como dios, ya que esto último podría
suceder posteriormente, como lo indica el texto. El texto usa palabras como
“reverenciar, tributar honores, honrar” NUNCA dice adorar, ya que esto solo se
da a Dios. Muchos de los enredos que tienen los protestantes por no entender la
diferencia entre veneración y adoración es por culpa de no tener en su Biblia,
la verdadera revelación de Dios.
Ahora, miremos algunas referencias del Nuevo
Testamento en este libro:
•
“Por tanto recibirán de la mano del Señor el
reino de la gloria y una brillante corona; los protegerá con su diestra, y con
su santo brazo los defenderá. Tomará la justicia por coraza, y por casco el
juicio infalible. Alzará por escudo impenetrable la rectitud.” (Sab
5, 17.19-20) Comparar la idea con (Ef 6, 14)
•
“Como que es el resplandor de la luz eterna,
y un espejo sin mancilla de la majestad de Dios, y una imagen de su bondad. Y
con ser una sola lo puede todo; y siendo en sí inmutable, todo lo renueva, y se
derrama por todas las naciones” (Sab 7, 26-27). Comparar
con (Heb 1, 3)
•
“Juzgarán a las naciones y señorearan a los
pueblos, y el Señor reinará con ellos” (Sab 3, 8). Comparar
con (1 Cor 6, 2)
Judith. El libro de Judith es más que
todo una novela que realza el valor de fe de esta mujer para librar a su
pueblo. Es en una forma figurada, una imagen de María, ya que por su fe, Israel
fue librado. Esto de María es razón suficiente para que un protestante rechace
este libro, pues sabemos qué papel dan a la madre que Jesús nos dejó. En este
libro no han encontrado puntos doctrinales para atacar, mas sin embargo,
miremos qué relación existe entre Judith y María.
“Porque te has portado con varonil esfuerzo, y
has tenido un corazón constante; porque has amado la castidad, y no has
conocido otro varón que tu difunto marido; por esto también la mano del Señor
te ha confortado, y por lo mismo serás bendita para siempre” (Jud
15, 11).
Lo que se resalta es que a Judith se le llame
bendita para siempre si se compara con (Lc 1, 28. 42). A Judith la
bendicen los hombres pero a María la bendice Dios.
Otro texto de Judith (histórico) que se ilustra en
el Nuevo Testamento es:
“Al contrario, aquellos que no sufrieron las
tentaciones con el temor del Señor, sino que manifestaron su impaciencia y
prorrumpieron en injuriosas murmuraciones contra el Señor, fueron exterminados
por el ángel exterminador, y perecieron mordidos por las serpientes”. (Jud
8, 26-27). Comparar con (1 Cor 9-10).
Baruc. Este corto libro que toma
mensajes sobre la deportación y habla del destierro, no tiene ningún conflicto
doctrinal ni bíblico, por eso es ignorado por los protestantes a la hora de
atacar los deuterocanónicos.
De todos modos, el libro ¿Qué es la Biblia? presentará
una cita de Baruc como muestra de ser una profecía falsa:
“Llegados, pues, a Babilonia estaréis allí
muchísimos años y por muy largo tiempo, hasta siete generaciones; después de lo
cual os sacaré de allí en paz”. (Bar 6, 2)
Parece ser que lo que el libro critica es la
expresión “siete generaciones” que indicaría mucho más tiempo que lo
que Israel duró en el destierro; pero la realidad es que Baruc está tomando
cada generación de diez años.
Este libro de Baruc era leído en el día de la
Expiación según testimonio de las Constituciones apostólicas.
Además de estos siete libros, existen
fragmentos de Esther y de Daniel que los judíos palestinense no admitieron. En
todo caso, la Septuaginta no coloca estos fragmentos como apéndices separados,
razón por lo cual, ellos reconocían su valor canónico como parte del texto
original.
Un hecho que puede inclinar la balanza a favor de
los argumentos católicos lo pueden dar los hechos del Nuevo Testamento. Jesús
muchas veces se refiere al Antiguo Testamento (pero no explícitamente) dando
testimonio de que si eran de valor para los judíos. Por ejemplo, en Lc
4,16-19, Jesús lee un texto de Isaías, en Mt 5,38-39, hace referencia a
Levítico, en Mt 9, 13hace referencia a Oseas, y así hay muchas más. Pero
recordemos que los evangelios a excepción del de Mateo fueron escritos en
griego. ¿De dónde sacaron las alusiones del antiguo Testamento los
evangelistas? Pues claro que de la Septuaginta por también estar en
griego y sabemos que está constaba de 46 libros.
Además, 300 de las 350 referencias al Antiguo
Testamento son tomadas de la Septuaginta y no del canon hebreo.
Cuando Jesús se refiere a la Biblia, sólo
hace mención como Ley, profetas y salmos (Lc 24,24-27) sin
especificar más. Esto se entiende ya que en su época no había un canon
definido.
Pero tampoco hizo alusión a otros libros del
Antiguo Testamento y sin embargo los protestantes los consideran como
canónicos: Por ejemplo Ester, Sofonías, Eclesiastés, Cantar, Abdías o Nahum.
¿Será que bajo ese argumento dejaremos por fuera los libros que Jesús no
mencionó? Es ridículo.
Además, los protestantes, tiene como
canónicos libros con citas de referencias no canónicas:
Por eso se dice en el libro de las guerras de
Yahvé” (Num 21,14) ¿Este libro aparecerá en la Versión
reina Valera? Te aseguro que no, y sin embargo el libro de los Números es
canónico
“Y el sol se detuvo y la luna se paró
hasta que el pueblo hubo tomado desquite de sus enemigos. Así está
escrito en el libro del Justo” (Jos 10,13). ¿Será
que a Lutero se le olvidó traducir este libro al alemán?
“David compuso el siguiente cántico para Saúl...
y está escrito en el libro del Justo” (2 Sam 1,18). ¿El rey
David usó un libro apócrifo?
En el Nuevo Testamento cuando ya los libros del
canon hebreo estaban cuajados es imposible pensar que a alguien se le ocurriera
escribir un texto basado en un libro no inspirado. Sin embargo, el apóstol
Judas (no el traidor) escribe una carta que aparece en cualquier Nuevo
Testamento protestante, en donde se basa en un libro apócrifo:
“Ni siquiera el arcángel Miguel cuando discutía
con el diablo disputándose el cuerpo de Moisés se atrevió a proferir algo
injurioso” (Jud 1,9).
¿Será que a uno de los doce ungidos de Jesús
se le hubiera apartado el Espíritu Santo para que se basara en un apócrifo? Lo
que realmente podemos analizar es que aun en la época de Jesús no existía un
canon cerrado de los libros que podían considerarse sagrados e inspirados por
Dios. No existe argumento para truncar la revelación de Dios hasta Malaquías
pues la referencia que usó Judas fue “La Asunción de Moisés”, un apócrifo del
año 4 A.C.
Algunos protestantes que reconocen que la Septuaginta
usada en la época de Jesús contenía más libros, llegan a decir ahora, que los
siete libros deuterocanónicos eran suplemento del rollo grande. Este argumento
no es válido ya que si los deutero no eran canónicos hubieran contaminado el
rollo grande.
Se puede inducir un proceso tácito de
canonicidad de los deuterocanónicos, por el simple hecho del papel que da la
Iglesia primitiva a la versión de los Setenta. Ese uso indiscutido y su
subsiguiente extensión por las Iglesias da a entender la aprobación de los
Apóstoles a esta versión, que contenía los deuterocanónicos.
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