lunes, 5 de julio de 2010

Mensaje de la Santísima Virgen María


Febrero 14 de 2010
Hora: 7:00 pm aprox.

Os saludo pequeños, os doy mi bendición, mi amor entero. Mi Corazón con vosotros se encuentra. Os cubro con mi manto enamorado. Que alegría estar con vosotros. Gracias pequeñas mías y pequeñitos míos por acudir al deseo del encuentro con la Madre. He aguardado con especial amor el momento del reencuentro. Confundidos estáis. Os agradezco la ternura y el amor con los que habéis abrazado los mensajes de esta Madre. Hoy vengo a vosotros para saludaros y para entregaros el querer del Padre.
He de deciros, alegraos hijitas, hijitos míos, alegraos, pues el Señor vuestro Dios, Mi Dios, el Señor Dios Todopoderoso y Eternos, os mira con complacencia, alegraos, estáis reunidos porque el Cielo desea veros unidos. Sois los apóstoles de los últimos tiempos, sois los apóstoles de esta Madre en tiempos particularmente difíciles. Sois mis enviados, mis abanderados, mis pequeños. Gustosa esta la Madre de hablaros, alegre esta la Madre de vuestra presencia.

OS PREGUNTO, PEQUEÑOS MÍOS, DISPUESTOS ESTÁIS, DISPUESTO VUESTRO CORAZÓN, DISPUESTA VUESTRA VIDA ESTÁ PARA SERVIR AL SEÑOR?

- Sí Madre (responden todos)

Que se haga entonces en vosotros la voluntad del Padre, que con vosotros está. En Su presencia divina y os observa en esta hora de especial responsabilidad.

Os he anunciado que una nube negra avanza sobre vuestra nación. Amenaza con una gran tormenta. Vuestro suelo corre un grave peligro, el peligro de la desolación y de la muerte. En tantos años en que vuestra nación se ha vestido de sangre, en tantos años de dolor, no habéis visto aún el suficiente dolor.

Grave peligro sobre vuestra nación se cierne. Si vuestra nación no se convierte, si vuestra nación no se transforma, si vuestra nación no cambia, ríos de sangre correrán. Las madres llorarán aterrorizadas y muchos pequeños sin refugio crecerán. Es la hora del gran peligro y la hora de la gran batalla. Mi adversario sabe con su dureza del beneplácito con que la Madre mira a vuestra nación. Es voluntad del Padre que de vuestro territorio surja una gran luz, que será antorcha encendida y viva en un momento de oscuridad a nivel mundial. Vuestra tierra está llamada a ser luz para el mundo, pero mi adversario quiere confundiros.

Es la hora de la batalla, es la hora de la guerra espiritual, es la hora de la confusión, es la hora de la perdición. Es la hora del temor, del peligro para vuestra nación. Mi adversario desea capturar vuestra tierra para si. Para ello ha logrado confundir a vuestros jóvenes, que cada día se entregan más a los vicios, a la impureza, al pecado. Cada día vuestra juventud se pierde en la confusión y en el olvido a Dios. Han escogido la promiscuidad, la infidelidad, han escogido al pecado. Las niñas confundidas por el mal sin serlo, se entregan a la perdición, llegando a cometer actos impuros con niñas igualmente confundidas. Es la hora en que las niñas buscan a las niñas y los niños a los niños. Es la hora de la impureza, es la hora del pecado. ¡Cuánto duele a la Madre esta impureza de vida y de corazón!

La virginidad ahora no es una virtud, es un estorbo, ahora pequeñas mías a corta edad cometen actos asquerosos, inmundos a los ojos de Dios. Se entregan a las drogas y al alcohol. Han hecho de su vida, simplemente un momento impuro.

Avanza vuestra juventud en medio del pecado. Las familias están destrozadas. Mujeres buenas, de buena formación, mujeres conocedoras de la palabra y de la ley, cometen actos impuros. Mujeres buenas, confundidas por el pecado y atrapadas por subredes, van y entregan su cuerpo sin la santidad del sacramento.
¡IMPURAS A LOS OJOS DE DIOS SON! PECADORAS!
Hombres que juegan con los sentimientos y la ingenuidad de tantas creaturas. Mujeres aun pequeñas que convierten sus vientres en tristes tierras de desolación y de muerte.

Todo ahora tiene un precio, en verdad os digo que mi adversario esta suelto y hace daño y confunde. Equivocada está vuestra nación, equivocados estáis todos, es la hora del freno, es la hora de acabar con la concupiscencia. Es la hora de enfrentar a mi adversario y derrotarlo. Es la hora de la batalla, es la hora de una batalla especialmente dolorosa que es necesaria librar para salvar a vuestra nación del pecado. Os preguntáis por qué? Porque vuestra nación ha sido escogida como luz para el mundo, pero no será fácil.
Os llamo con tareas que por si solo no podríais realizar, pero sí con la ayuda que os daré.
Estáis cerca, muy cerca de vuestra gran tarea. Os pido que enfrentéis a satanás. Os pido que enfrentéis al pecado; pero os advierto, muchos os crucificarán, muchos dirán que estáis locos, muchos dirán que sois un grupo de mentirosos, beatos. Muchos no os creerán. Muchos os condenarán. Estáis puestos para que toméis la bandera de Cristo y seáis bandera de discusión. ¡Es la hora de los apóstoles de los últimos tiempos!.

No creáis cuando os digo “últimos tiempos”, la Madre se refiere al fin. La Madre se refiere a los últimos tiempos decisivos para el triunfo de Mi Inmaculado Corazón.
VALOR, CONFIANZA Y DECISION debéis tener.

Entended que muchos se unirán a vosotros y que la tarea que os pido que desarrolléis no será fácil, ni será corta. Dificultados tendréis y la Madre os guiará. Dificultades tendréis y la Madre os protegerá.

Escuchad con atención:
Debéis lograr que vuestra nación ORE ININTERRUMPIDAMENTE, INCANSABLEMENTE, SIN TIEMPO, PERMANENTEMENTE.

Quiero que convoquéis por Departamento y que asignéis a cada Departamento un día de la semana, para que ese Departamento ore según el turno que le deis.
Colombia, mi amada nación, debe resurgir y volver al tiempo de la profunda oración.

Llamad a los grupos de oración que conforméis y que guiéis. En toda vuestra nación, familias y comunidades y personas individuales, todos comprometidos con la oración, que dediquen una hora al día, es mi intención, mi deseo, que oren el Santo Rosario y que otros hagan adoración. Para que hagáis una gran cadena y cada día y cada noche haya un departamento orando por los otros. Así el cielo de vuestra nación se convertirá en una gran luz de protección y de conversión.

Mandad a construir con pequeños míos en cada lugar, CRUCES cuya dimensión vertical debe ser, del piso al parte final, de cuatro metros con treinta y el horizontal de dos metros con treinta. Esas CRUCES deben ser colocadas en TODOS los Departamentos fronterizos y una gran Celebración Eucarística debe hacerse el día en que pongan cada Cruz. Esas CRUCES deberán tener en el centro, la representación de la estrella de San Benito y en los extremos el Inmaculado y el Sagrado Corazón. Deberán ser bendecidas y colocadas como signo de protección para que el mal no entre en vuestra nación. Quedará encerrado mi adversario y atado a la CRUZ. Por eso os pido oración en toda vuestra nación. TODA VUESTRA NACION deberá tener alrededor en los Departamentos que limiten con naciones hermanas o con la hermana mar, éstas CRUCES.

Promoved los grupos de oración con un modelo establecido. Cada persona, cada comunidad, cada familia, deberá orar el Santo Rosario, meditando la oración y pasad minutos de CONTEMPLACION, mientras otros realizan Adoración contemplativa en capillas de Adoración. ENSEÑADLES A ORAR Y A CONTEMPLAR. Promoved la oración y la contemplación. ADORACION y ORACION unida, en la contemplación a Dios.
No quiero minutos de oración, OS PIDO HORAS SIN LÍMITE DE ORACION. Pues mi adversario es astuto y muchos serán confundidos. Así pues, vuestra nación empezara a iluminarse en la oscuridad, a través de la oración. Oración. Orad el Santo Rosario, dedicad momentos de contemplación y de meditación sobre la Sagrada Escritura.

Cada Departamento vuestro deberá hacer lo mismo. Quiero que forméis predicadores, oradores que lleven el mensaje de la conversión, de la oración y de la contemplación. Quiero predicadores que hablen de Dios con la Biblia en la mano, Santa Palabra de Vida. Os quiero preparados rápidamente. No hay tiempo que perder. Convocad a los jóvenes, a mis niñas y mis niños, reunidlos en grupos de oración y de castidad. Reunidlos en actividades de evangelización y de misericordia.

Consagrad a los pequeños a Mi Inmaculados Corazón y al Sagrado Corazón de Jesús, y desde pequeños enseñadles a orar.

Quiero grupos de jóvenes catequizando a los niños, grupos de jóvenes orantes y virtuosos. Formad familias SANTAS, fieles y leales, y a su vez comunidades santas.

Os llamo a la predica, a la evangelización y a la acción.
Es la hora, pequeños míos, de la gran responsabilidad.

Convocad a vuestros amiguitos del grupo de oración de Colombia, e invitadlos a unirse, pues todos deben hacer un solo cuerpo. Invitad a los sacerdotes, pero tened cuidado, pues muchos de ellos en las redes de la masonería se encuentran. Tened la capacidad de ubicarlos y de convocarlos, pero que sean SANTOS SACERDOTES. Muchos tendréis que dejar de lado y pocos los que se consagraran a esta misión. Juntos debéis hacer un solo cuerpo de oración, de conversión.

¡Es la hora de la gran batalla por la conversión de vuestra nación! De vosotros, de vuestro trabajo y del trabajo de muchos niños que se unirán a vosotros depende que la nube negra se disipe o haga tormenta. Pues aquel que ha sido llamado GRAN RESPONSABILIDAD TIENE.

NO MAS ABORTOS, NO MAS INFIDELIDAD, NO MAS PECADO PEQUEÑOS!! Aprovechad el tiempo de gracia que aún tenéis, orad pequeños míos, pues este año especialmente difícil será. Tened cuidado, es la hora de la prudencia, es la hora de la conversión.

Llamad a los Ángeles de la Protección, a los Ángeles que la Madre os da para esta gran misión. Convocadlos, orad y vendrán. Tendréis apoyo permanente. El Cielo os entrega el apoyo y la compañía de algunos hijos Santos a los que consagraré vuestra misión. Sobre vosotros estará siempre el apoyo permanente del Santo Padre Pio de Pietrelcina; estará sobre vosotros el apoyo permanente de Santa Bernardita. Consagrad la tarea en el Santuario de mi hijo Santo padre Mariano y Madre Santa Laura, que aunque no han sido llevados a los altares pos los hombres, Santos son en el Cielo.
Refugiaos en las llagas de Santo Francisco. Acudid a ellos, acudid a su protección, acudid a su compañía.
Os pido pequeños que trabajéis con total decisión y radicalidad.

A mi pequeño le pondré, por inspiración, algunas instrucciones, deseos del Cielo, documentos de formación y de oración que debéis entregar a los pequeños para que se formen, según la voluntad del Padre. Os prometo dulces sorpresas para que no perdáis la fe. No os canséis, os prometo consentiros, no estaréis solos, Yo estaré con vosotros. Veréis cosas que no habéis soñado ver en tierra. El Cielo se brindará pleno sobre vosotros y seréis los consentidos de Mamá.
A medida que avancéis en vuestra tarea, el Cielo os mimará y os consentirá con pequeños regalos, para que no os debilitéis.

Que el Ejercito de vuestra nación, esté cubierto con la Santa Eucaristía, y que en la casa del señor que dirige vuestra nación, esté Jesús Sacramentado, pues pequeños míos, habrá un gran peligro. Es una época difícil en vuestra nación. El Cielo ve con ojos agradables la presencia de vuestro gobernante, pues hombre honesto y fiel a la Madre es. Pero los enemigos de vuestra nación, la masonería, intenta apartarle. Una gran hora decisiva y peligrosa sobre vuestra nación se acerca. Orad, orad pequeños míos.

Hace algunos años, os pedí que era urgente entrar en la casa del señor que os gobierna, con el Santo y Divino Sacramento, era necesario en aquella época, alejar y apartar la masonería, hoy INQUISTADA en esa casa. YA ES TARDE, YA ES TARDE!. Pero, aunque la lucha más difícil es, aun se debe propiciar.
Es necesario desterrar la masonería de la casa de gobierno del señor que os rige, pues es un grave peligro para vuestra nación. Mi adversario, ha puesto en algunos de ellos, las malas costumbres para infiltrar vuestra nación y perder vuestra tierra y vuestro pueblo en el pecado, no lo permitáis pequeños, no lo permitáis. Pues vuestra nación está llamada a ser luz para el mundo entero.

Orad pequeños míos, orad, orad, orad en el instante, en este momento, orad. Pues la Madre debe salir del cuerpo de la creatura por unos momentos, pues la creatura se debilita rápido pequeños, orad mientras vuelvo a vosotros, orad y descansad, pues es hora de hablar y de actuar……………..

(Hubo un receso de 10 minutos aproximadamente)

20:05
……… con todo mi amor. Con vosotros la Madre se encuentra y es la voluntad del Padre, que os aclare las dudas que tenéis.

VERONICA: ¿Madre, por donde quieres que empecemos? Que es lo primero que quieres que hagamos?

Formación pequeña mía, formación de vosotros mismos, pero no hay tiempo, así que os invito, os llamo a formaros, a formaros pequeños, en la Oración. Mi niño prepara unos escritos que el Cielo le está dictando. Utilizadlo como preparación para formaros en la oración y en la contemplación.

Ahora os digo:
Viajad y consagraos vosotros y todos los que deseen seguiros al Santuario del Santo padre Mariano y haced lo mismo ante la Santa Madre Laura. Por qué os pido esto? Porque en la Consagración es la unión de la creatura con DIOS, es una Alianza y estos dos Santos harán la Alianza con vosotros. Quedaréis unidos a Ellos y Ellos con vosotros por disposición de Dios. Haréis una Alianza de cooperación amorosa y Ellos estarán permanentemente con vosotros. Debéis empezar a convocar grupos de hijos que os ayudaran para colocar las CRUCES que os he pedido. Es lo primero que debéis hacer luego de vuestra consagración. Es necesario cerrar vuestras fronteras, pues mi adversario acecha vuestras fronteras como fiera enjaulada y furiosa. Y aprovechad aquellas CRUCES que pondréis en vuestro territorio y aquellas Eucaristías para bendecir y sellar con la Sangre de Vuestro Señor, esas fronteras. Los primeros grupos de oración que deben trabajar, que deben empezar a orar y a adorar, son precisamente los de los departamentos que rodean vuestra nación.

Entendéis? (Si, Madre)
Una vez hagáis eso, yo os guiaré en las otras cosas que haréis.

VERONICA: Madre, puedo preguntar si el Padre Julio Solórzano es un contacto indicado para introducir al SANTISIMO en la palacio del presidente?

Pequeña mía, la voluntad del Cielo era que se hiciera hace años atrás, cuando no estaba enquistada la masonería. La casa del señor que os gobierna ha sido infestada de brujería. Los masones que le rodean y de los que el desconoce, han plantado cosas horrendas. Es urgente hacer lo que os digo para tratar de resarcir todo el mal que se ha hecho durante estos años. Mi hijo predilecto es un buen aliado y no tengáis miedo de confiar en él, pues buen hombre, justo y santo es. Apoyaos en el, pero recordad es tanto el daño, que es difícil esta tarea ahora. Pero para los hijos de DIOS, como son hijos de DIOS, no hay nada imposible.

Trabajad con prontitud en aquello que os pido y orad para que las puertas ya cerradas, se abran. Tristemente cuando la Madre os lo pidió estaba el momento oportuno, ahora la masonería, la brujería y la maldad, en la casa del señor que os gobierna está.

Os doy mi amor, Alabado sea Jesucristo.