lunes, 14 de junio de 2010

Padre Wilson


Visión del Padre Wilson‏


Primer Mensaje.


Estando en oración en uno de los santuarios más grandes del mundo en donde se apareció la Santísima Virgen María, mi vida fue transportada al lugar de la aparición y en el cielo aparecieron rayos luminosos azules y un santo ángel se posó en el lugar santo con una espada inmensa, vi a la Santísima Virgen vestida de azul y sus manos se extendieron resplandecientes y todo se torno de una luz indescriptible a la inteligencia humana yo postrado sólo pedía misericordia al altísimo Dios.
La Santísima Virgen dirigió su mirada sobre mí y me dijo palabras de amor, yo lloraba profundamente pidiendo perdón al señor, y ella me decía palabras de bendición y palabras personales que sólo debo guardar en mí corazón, muchas de ellas sobre los últimos tiempos, pero que por obediencia a la Virgen santa no puedo revelar en este momento.
Solo revela esto que te diré ahora sobre la santa iglesia y aunque me duela el corazón debo decirlo para que muchas almas se conviertan y vivan la santidad de la divina y santa iglesia de Dios: “las puertas de la iglesia están cerradas al señor, ya no dejan entrar ni al mismo señor porque le han cerrado las puertas a la fe, a la esperanza y al amo, le cierran las puertas a la verdad al santo evangelio de mi hijo amado, le cierran las puertas a la fe verdadera, a las santos mandamientos de Dios a los divinos sacramentos. Hoy más que nunca en la iglesia, los ministros del señor consagrados, le cierran las puertas al señor para hacer su propia voluntad humana y no la voluntad divina.
Hoy los ministros sagrados se han profanado con orgullos y soberbia llenos de mentira y falsedad, escasean los sacerdotes santos y fieles al evangelio, viven bajo las garras del demonio y siguen sus mentiras y perversidades como si nada pasara y dicen que todo en la iglesia está bien, cuando crecen los escándalos y las infidelidades por haber abandonado al señor, pero ellos siguen proclamando que todo está bien.
Hoy los ministros de mi hijo han sacado al señor de los templos con sacrilegios, herejías, apostasías, dándose a espíritus engañadores, las puertas de la iglesia se cierran cada vez más a la única y santa verdad de mi hijo amado en la cruz, que pocos son los sacerdotes que se crucifican con el señor Jesús y son miles los que viven de los placeres de mundo y de la carne olvidando la verdad sobre la cual se edifico la divina iglesia.
Los ministros sagrados le cierran las puertas a mi hijo Jesús con sus infidelidades y desobediencias, a la única verdad del evangelio y se las abren al demonio y su ejército, y convierten los templos en moradas de orgullo y placer donde no se hace la voluntad de Dios sino las de sus propios caprichos, convierten los templos en cueva de ladrones, donde todo lo sagrado se vende y se negocia. Cierran las puertas a la verdad única de la palabra de Dios y la tradición y las abren a las falsedades del mundo moderno, diciendo que la santa iglesia debe modernizarse, se ve claramente que nunca leen el evangelio donde mi hijo amado vino a proclamar la verdad contra todo lo que no era divino.
Hoy muchos ministros sagrados cierran las puertas a la madre santa, ya no me aman ni proclaman mi devoción, hasta hay ministros consagrados que se burlan de mis devociones y se las prohíben al pueblo, como lo es el santo rosario, hasta llegan a negar mis santos dogmas.
La iglesia santa de Dios se derrumba cada día más, porque no hay santidad ni pequeños que deseen ser santos, cuánto me duele el corazón ver a la iglesia de Dios abriendo las puertas a la maldad y acomodada al mundo moderno. Por eso el reino de los cielos es para los pequeños, los humildes y sencillos de corazón que se dejan amar por el señor.
Sé que son duras estas mis palabras, pero son la realidad que se vive hoy día en la iglesia del señor y aunque la verdad duela. Yo la madre santa, estoy puesta por Dios para hablar en estos últimos tiempos y llamar a la verdadera conversión. Llamo a las almas puras humildes y sencillas que se unan a mi corazón inmaculado por la salvación de la santa iglesia.
Oren, ayunen, reparen y pidan misericordia por los sacerdotes, hijos predilectos de mi corazón. Orad por los ministros sagrados a quienes tanto amo, para que su corazón vuelva a la casa del padre en la verdad que debe reinar en la santa iglesia de mi hijo.
Os amo y os bendigo haced penitencia y oración. Yo os amo y os acompaño en los tiempos difíciles por los que pasa la iglesia del señor. Os amo.

Segundo Mensaje


Entonces un santo ángel del señor me traslado fuera de este mundo y pude ver al mundo en toda su dimensión. Y me dijo el ángel del señor: siervo de Dios, mira y vi como una oscuridad inmensa se abatía sobre la tierra, eran sombras negras y oscuras seres terribles, eran como serpientes, dragones seres gigantes horribles a la visión humana, que no puedo describir con palabras ante la fealdad de dichos seres. Eran millones y millones que se abalanzaban sobre la tierra y a su paso todo se iba oscureciendo, el sol, la luna, las estrellas y todo a su paso era devastado y oscurecido. Cada uno tenía nombres terribles de diferentes pecados, muchos se llamaban muerte y destrucción, ruina, peste, enfermedad, plagas y muchos más. Todo se iba cubriendo de pestilencia y olores fétidos, todo iba siendo destruido. Y entonces vi como la Santísima Virgen extendía su santo manto sobre la humanidad y vi a san Miguel arcángel con un ejército de santos ángeles en orden de batalla para combatir ese ejército maligno. Una lucha se entabló entre el cielo y la tierra, pero los mortales no se daban cuenta porque su estupidez era tal; parecían convivir con los seres terribles como si nada pasara.
Me dijo el santo ángel, no te asustes, ni te acobardes sigue mirando, entonces vi a la Santísima Virgen cuidando el mundo y la santa iglesia con san Miguel y sus santos ángeles, pero se veía como el mundo y la iglesia rechazaban tal cuidado porque se sentían bien con los seres que convivían. Los demonios entraban y salían de los templos como si fuera su casa, los ministros sagrados convivían con esas sombras funestas, con los pecados de la carne del tener y del poder asmodeo y mammon era su nombre. Muchos demonios conducían a sacerdotes que todo lo desacralizaban y no creían ya en las verdades de la fe y hacían que la piedad y la devoción no estuvieran más en los templos del señor. Veía con mucho dolor como la Santísima Virgen María lloraba viendo como el mundo no deseaba amar a Dios y con su vida lo sacaba admitiendo a los demonios que llevaban toda clase de maldad y perversidad en todo el mundo con leyes normas y formas de vida que son contrarias a los mandamientos del señor, eran tan pocos los que se veían amando a Dios y cumpliendo sus mandamientos, solo pocas luces se veían en medio de tantas tinieblas todos guiados por María santa.
El ángel me dijo, hijo estos son los últimos tiempos y nadie está preparado, porque el demonio y los suyos han acomodado la humanidad y parte de la iglesia al pecado y la comodidad de la vida. Ay de la tierra y del mar porque el diablo ha bajado sobre ella sabiendo que le queda poco tiempo. Ay de los vivientes porque les esperan los más terribles castigos del cielo, la misericordia de Dios castigará al mundo, y ¿quién está preparado? sólo los santos se salvarán, los que vivieron el testimonio de Jesús y los santos mandamientos, sólo los que se refugien en el corazón de la Santísima Virgen María. Ay de la tierra y del mar porque el diablo ha bajado sabiendo que le queda poco tiempo.
He visto a la santa iglesia y como la oscuridad se cierne sobre ella porque no vive radicalmente la verdad y ha dejado entrar el sacrilegio, la herejía en el altar santo. La iglesia será purificada con mano de hierro. Ay de los pastores porque el señor vendrá a pedirles cuentas de su rebaño y no son dignos de Dios por su traición a la verdad. Ay de la iglesia, porque le esperan las más grandes persecuciones por no vivir la santidad del señor que la fundó. Ay de la humanidad, por que el rey de reyes esta cerca y las profecías divinas se cumple en estos tiempos. ¿Quién podrá resistir cuando el señor los visite? el mundo y la iglesia no están preparados para los terribles castigos que se vienen, porque no creen en las santas revelaciones del cielo, ay cuando el señor os visite quien podrá resistir.
Vigilad y orad por qué no sabéis ni el día ni la hora.

Visión después de la Santísima comunión en una santa eucaristía de un domingo

De pronto me encontré en un espacio mediano, alguien estaba a mi lado con mucha luz, era mi ángel de la guarda que me conducía, pero no me decía nada y sólo me conducía en silencio, casi no podía mirar por el resplandor que salía de él, me dijo mira: cuando miré, vi que era una iglesia en ruinas sin techo unas vigas muy podridas y llenas de ramas podridas que colgaban de ella, se veían muros muy desechos y arruinados, llenos de mugre y tan deteriorados que parecían tambalear para caer. Miré el piso y estaba muy sucio, muy deteriorado y resquebrajado por todas partes, lleno de basura y como si nunca le hubieran hecho aseo, todo era tan sombrío. Yo me encontraba en la mitad de esa iglesia en ruinas mirando tanto deterioro pero no decía nada, y no se me ocurría preguntarle al santo ángel que era aquello.

Me sentía como aturdido cuando de pronto me dijo el ángel, mira: levanté un poco la mirada y me indico el fondo del presbiterio, miré y vi que no tenía altar, sólo un pedazo viejo y casi destruido, como si lo hubieran arrancado a golpes y hubieran dejado un pedazo que no se pudo arrancar con nada. Y vi una luz que salía del fondo de donde estaba el sagrario; y el ángel me dijo: mira bien con los ojos del alma, mire bien y era el señor en el santísimo sacramento, una pequeña hostia. Y dije: ay Dios mío, ay Dios mío, estas aquí. Y el ángel me dijo: qué esperas póstrate, humíllate y adora la divina majestad, yo me postré y anonadado, y pedía perdón por mis pecados y los del mundo; y sentía mucho dolor en mi alma.

El ángel santo me dijo: quédate así postrado, pero levanta un poco tu vista y mira: es la Virgen María le dije, es la Virgen. Ella estaba vestida de manto azul y el vestido era blanco, hermoso. Sus manitos abrazaban el santísimo como cuidándolo y su mirada era muy triste, le salían lagrimas de sangre y suspiraba. Me pareció escuchar que susurraba en baja voz y suspiraba diciendo: te amo, te amo. De pronto aparecieron unas personitas muy devotas que se postraban en adoración y lloraban ante el santísimo, pero no veían nada, sólo adoraban con amor. Eran solo tres personitas llenas de amor por el señor.

De pronto me dijo el ángel santo: levántate, con reverencia quiero que mires. Me levanté como me dijo y me indicó las entradas ruinosas de la iglesia y de la sacristía. y de pronto empezaron a salir sacerdotes de todas partes, revestidos con los ornamentos sagrados como si celebraran los sagrados misterios, y también muchos religiosos con hábitos muy diferentes entraban y salían como si trabajaran allí y ejercieran su ministerio allí todos. Yo solo miraba, hasta que me dijo el ángel: no tengas miedo a lo que vas a ver, yo intente mirarlo pero no podía, no era posible mirarlo, solo sentir que estaba allí. Me dijo: abre los ojos de tu alma, mira bien, cuando de pronto empezaron a salir serpientes de toda clase, grandes y pequeñas, pero monstruosas y animales terribles salían del techo, de las paredes del suelo de todas partes toda clase de animales raros y horrendos. Yo me asuste mucho, pero sentí seguridad porque sentía el ángel a mi lado, él me dijo: son demonios, demonios. Esos demonios en todas sus formas se reían y parecían estar en su casa, olían asqueroso y dejaban como una baba por donde pasaban, y se burlaban, no miraban al santísimo ni a la Virgen, pero emitían grandes carcajadas y por donde se metían destruían. Y veía como los sacerdotes, que eran muchos y hasta obispos y jerarcas y muchos religiosos de muchas comunidades, y mucha gente aparecían como trabajando en sus cosas eclesiásticas dentro de la iglesia y no veían nada, no veían a los demonios. Entraban y salían y los demonios muchos iban con ellos y parecía como si convivieran sin ningún problema a su lado y muchos de esos horrendos seres parecían que guiaran a muchos eclesiásticos y les decían como convivir. Yo sólo miraba, no decía nada.
El ángel santo me dijo: mira, mira, mira, y yo miré al frente. Pasaban por en frente del santísimo y no hacían ni reverencia, solo ocupados y ocupados en sus quehaceres todos revestidos con ornamentos santos, nadie se fijaba en el santísimo en ruinas, y vi con dolor, como muchos eclesiásticos eran abrazados por esos terribles seres, y en la misma casa de Dios cometían inmoralidades, infidelidades y adulterios, y muchos pecados capitales, eran como abrazados por esas serpientes de muchas cabezas y se reían todos como si nada. yo sentía mi corazón y empecé a decir perdónanos, perdónanos, perdónanos señor somos muy pecadores, el santo ángel me dijo, calla hijo calla que te van a hablar póstrate, póstrate y sentí que él se postro y yo caí de bruces sin fuerzas en cruz y sentí una luz que se acercó y me cubrió, sentí algo indescriptible y una voz poderosa me dijo: hijo, hijo, hijo lo que has visto es mi iglesia así esta mi iglesia quien me ama? quien me ama? quien me ama? Tu me amas? yo solo decía desde el fondo de mi alma: perdóname señor, perdóname, perdón, perdón misericordia. De nuevo me dijo: mira a mi iglesia ora y repara, ora y carga la cruz. Te bendigo. Ama a mi madre y sufre y repara con ella. Te bendigo. Mantente en la verdad di mi corazón eucarístico y mariano las fuerzas del infierno no prevalecerán contra ella. Te bendigo el juicio se acerca el castigo misericordioso es inminente ora en María. Te bendigo.

Visión dada por Dios santo sacrificio de la eucaristía después de la consagración en la santa misa
Sentí la mano de Dios sobre mí, una luz me cubrió y caí boca abajo cuando caía vi la santa iglesia representada en el vaticano era blanca hermosa grande inmensa en el centro tenia a los doce apóstoles del señor y los cubría el manto de la Santísima Virgen María pero habían muchos seres negros que caminaban presurosamente por la iglesia y no se veía nada bien y al lado de ellos vi muchos eclesiásticos obispos, sacerdotes religiosos y religiosas y andaban con esos seres dentro de la iglesia y Vivian con ellos como algo normal, la Virgen los miraba y lloraba con mucho dolor y lo mismo los apóstoles en el centro miraban con dolor y oraban guiados por la santa madre de Dios, la iglesia seguía resplandeciendo y yo no sabía porque si estaban tantos demonios aun dentro de ella, eran miles de millones incontables que estaban con los eclesiásticos y yo miraba asustado y no sabía porque aun la luz seguía tan brillante, solo habían pocos eclesiásticos postrados en oración, a los cuales los demonios no los podían tocar y también algunos fieles postrados resplandecían mucho en medio de todos. cuando vi debajo de la iglesia unas manos grandes doradas hermosas que sostenían la iglesia, de ella salía una cruz esplendorosa y de ambas la luz que a la santa iglesia y una voz me dijo es Dios, es Dios, es Dios, el sostiene su obra es el padre con sus manos santas, el hijo con su cruz poderosa y el espíritu santo con su luz esplendorosa. y de pronto sentí venir sobre la iglesia una sombra inmensa, oscura, tenebrosa y yo asustado buscaba donde esconderme pero no pude, me recosté sobre una base de la iglesia iluminada y esa sombra furiosa se vino sobre mi y era el demonio, lo vi, lo vi me asuste tanto temblaba todo mi ser pero me apoyaba en la columna de la iglesia y sentí los rayos esplendorosos de la iglesia que me cubrieron y el demonio se acercó hasta muy cerca de mi cara y me grito te voy a matar, te voy a matar, te voy a matar e intentaba con sus garras hacerme daño y gritaba fuerte, la destruiré, como sea acabaré con la iglesia, la destruiré con mi poder pero no podía hacerle daño, yo me cubría el rostro pero el demonio no podía tocarme ni dañar la iglesia, el demonio miró tras de mí y yo seguí su mirada y gritó muy duro te voy a destruir, te voy a destruir, haré lo que sea para destruir a la iglesia, estaba mirando a la iglesia y dentro de ella había una pequeña comunidad, era muy pequeñita parecía insignificante en toda la iglesia estaban cubiertos por una lucecita azul y ellos no se inmutaban estaban postrados en oración y nada los perturbaba y seguían así con mucho amor a Dios y el demonio gritaba más fuerte te voy a matar los voy a destruir acabaré con la iglesia y me dio miedo mucho miedo y decía groserías horrendas y yo invoque a mamita María pero el demonio no me tocaba cuando de pronto sentí delante de mí y de la iglesia una luz grandísima que venía como un rayo y se puso en medio entre el demonio y la santa iglesia era san Miguel arcángel, sacó su espada delante del demonio y su escudo cubrió toda santa iglesia y plantado delante del demonio con rostro poderoso y enérgico dijo ¿quién como Dios? ¿Quién como Dios? ¿Quién como Dios? Las fuerzas del infierno no la derrotaran y el demonio calló su voz infernal y se esfumo como aturdido y desolado dejando un olor fétido y gritando con gemidos inenarrables muy fuertes. Y san Miguel quedó allí plantado con poderosa presencia y yo miré otra vez a la santa iglesia y una voz me dijo vigilad y orad por la santa iglesia velad y orad porque el demonio ha infiltrado su infernal ejercito para hacerle daño ya lo viste, ya lo viste, ya lo viste, su ejército infiltrado orad y vigilad como María en el cenáculo con los apóstoles orad y vigilad. Vigilad y orad porque no sabéis ni el día ni la hora. Son los tiempos, son los tiempos, son los tiempos, el fin se acerca y nadie está preparado. Vigilad los tiempos se terminan y satan ha desencadenado con furia su poder para hacer daño a la iglesia santa y ha infiltrado maldad en la iglesia haciéndola pasar por verdad. Vigilad y orad los tiempos del apocalipsis están aquí el que tenga oídos que oiga. Convertid los corazones y amad a la iglesia en la verdad. Dios esa cerca.

Visión dada por Dios después de la santa consagración de la santa misa


De pronto me encontré en una iglesia grande con columnas doradas resplandeciente de luz, estaba yo parado con los vestiduras santas del sacerdocio eran doradas blancas y rojas, signos del padre(blanco) de hijo(rojo) del espíritu santo(dorado) la iglesia estaba vacía, yo miraba para todas partes la hermosura de la luz de la iglesia que no era artificial sino venida del cielo, todo estaba en silencio un silencio muy especial muy celeste, cuando de pronto al lado mío se apareció un santo ángel grande y resplandeciente, no le podía mirar el rostro por su resplandor, se le veían sus alas hermosas que desplegaban un brillo sobrenatural y me dijo sacerdote del señor, toma y lee toma y lee toma y lee y me entregó un pergamino dorado, yo tome en mis manos el pergamino y cuando lo desenrollé empezaron a salir palabras grandes de él y el ángel me dijo lee en voz alta lee lo que se te manda leer desde el cielo y volví a mirar el pergamino y decía: “vigilad y orad preparad el camino del señor, está cerca el señor de los señores” le dije al ángel santo y que pasará y el santo ángel me dijo: mira y lee mira y lee mira y lee. mire y aparecieron otras palabras que decían : “los signos de los tiempos están presentes, los ángeles del flagelo divino están actuando en el mundo y vienen cosas terribles aun, pero nadie hace caso a los signos que se presentan en todo el mundo, la naturaleza se rebela contra el hombre por su crueldad para decirle que debe volver su corazón al creador que tiene misericordia pero nadie hace caso, son muy pocos los que se convierten pocos creen en el llamado de Dios y piensan que no es verdad y siguen con su vida de pecado. Se avecinan calamidades y catástrofes grandes en el cielo y en la tierra pero nadie presta oído a la voz del señor para convertir su vida. el tiempo se agota y el señor de los señores se acerca, ay de los corazones débiles pues no serán salvados, ay de los pecadores de doble vida pues no serán preservados, ay de los que juegan a ser Dioses la mano del señor pesa sobre ellos, ay de los que siguen su vida de pecado a la hora de la venida del señor morirán sin remedio, ay de los cobardes que nunca me siguieron y se unieron a enemigo infernal viviendo de su mal inmundo no serán salvados, ay de los que pensaban que todo era tan natural y se burlaban de mis mensajes santos recibirán severo castigo, ay de los incrédulos no serán preservados cuando venga la gran oscuridad sobre la tierra, los días de oscuridad se acercan y pocos están preparados piensan que son cosas de piadosos visionarios pero llegará de repente y ay de los que no aceptaron mi misericordia cuando se les dio por medio de los signos que en la sagrada escritura dicen que pasarían antes del fin y por medios de mis videntes calificados por mí. Soy un Dios misericordiosos pero muy pocos aceptan mi misericordia y se convierten con todos los signos que muestro a la humanidad y siguen en sus graves pecados que claman venganza divina. se acerca el día, se acerca el día, se acerca el día vigila y orad, vigilad y orad vigilad y orad cuando menos penséis vendrá el hijo de Dios a pedir cuentas a esta pobre humanidad pecadora, aceptad mi misericordia mientras esta con vosotros” cuando acabé de leer mi corazón palpitaba tan fuerte, sentí un dolor profundo y no podía hablar y el santo ángel me dijo dame el rollo y mira, le entregué el rollo y miré de pronto empecé a ver que entraban en la iglesia una personas vestidas de blanco con ramos en las manos, eran personas hermosísimas no eran ángeles, eran personas que resplandecían por su luz entraban en orden y llevaban ramos de rosas de colores hermosísimos y cantaban el ave María, entraban por tres puertas que tenia la iglesia y se veían hermosísimas, yo le pregunté al santo ángel ¿quiénes son? dime, ¿quiénes son? y me dijo son los hijos del ejercito de Dios en María Santísima son los que están preparados para la hora del hijo de Dios cuando venga lo que tiene que venir sobre el mundo son el ejercito de María santa que creyó en la verdad de la santa iglesia y en la misión de María reina y fueron fieles a la verdad. Seguían entrando muchas almitas todas cantando el ave María y diciendo después de cada ave María: “oh señora mía oh madre mía oh reina mía oh capitana mía hágase en mí la santa voluntad del señor, firmes hasta la muerte”. de pronto me dijo el ángel santo mira otra vez y miré y empezaron a caer rayos del cielo terribles y vientos fuertes pasaban furiosos por fuera de la iglesia y un terremoto empezó a sentirse fuera de la iglesia pero no dentro y las gentes empezaron a gritar y a llegar hasta la iglesia y aunque la deseaban entrar no podían y el terremoto destruía todo y muchas persona sucumbían porque la tierra se abría pero en la iglesia no se sentía nada y los que estaban dentro de la iglesia estaban postrados orando sin mirar hacia atrás postrados ante el santísimo y una imagen de la Virgen santa vestida de azul y con tres corazones en su pecho y de sus manos salían dos rayos dorados que decían Dios uno y trino misericordia. Y fuera la gente iba vestida con sus vestidos normales y el ángel me dijo esto pasará en el mundo cuando sea la voluntad de Dios pero los signos están cerca y entonces le pregunté al ángel santo y por qué no pueden entrar esas personitas y él me dijo: hijo porque no están vestidos de la fe verdadera y nunca quisieron creer en lo que Dios tanto anunció y en los signos de los tiempos, ellos no pueden estar aquí. El que cree se salva el que no cree se condena, Dios ha dado y sigue dando oportunidad de conversión por su misericordia pero muy pocos lo aceptan porque piensan que hay mucho tiempo por vivir pero los tiempos se acercan y el momento de la cosecha está muy pronto. Orad y vigila oren y vigilen María santa es el arca de la salvación como en tiempos de Noé. Terminada la visión debes postrarte ante Jesús sacramentado y reparar por os pecados del mundo. Vigila y orad porque a la hora que menos penséis vendrá el señor. Amén, amén, amén.