miércoles, 5 de mayo de 2010

Profesias de San Nilo


Después del 1900, hacia mediados del siglo 20, las personas de ese tiempo se volverán irreconocibles. Cuando el tiempo del advenimiento del Anticristo se acerca, las mentes de las personas crecerán en confusión por las pasiones carnales, y el deshonor y la injusticia se volverán más fuertes. Entonces el mundo será irreconocible.

La apariencia de las personas cambiará, y será imposible distinguir a los hombres de las mujeres debido a su inmodestia en el vestido y estilo de pelo. Estas personas serán crueles y serán como los animales salvajes debido a las tentaciones del Anticristo.

No habrá respeto por padres ni superiores, el amor desaparecerá, y los pastores cristianos, obispos, y sacerdotes se volverán hombres vanos, fallando completamente en distinguir el camino recto del errado. En ese momento, las morales y tradiciones de los Cristianos y de la Iglesia cambiarán.

Las personas abandonarán la modestia, y la dispersión reinará. La falsedad y la codicia alcanzarán grandes proporciones, y desgracias vendrán a aquéllos que amontonen tesoros.

Lujuria, adulterio, homosexualidad, hechos secretos y asesinatos gobernarán en la sociedad. En ese momento del futuro, debido al poder de tan grandes crímenes y libertinaje, se privarán las personas de la gracia del Espíritu Santo que recibieron en el Santo Bautismo e igualmente el remordimiento.

Las Iglesias de Dios serán privadas del temor de Dios y de pastores piadosos, y la desgracia vendrá a los cristianos que permanezcan en el mundo en ese momento; ellos perderán su fe completamente porque les faltará la oportunidad de ver la luz del conocimiento en ninguna persona.

Entonces se separarán del mundo e irán a santos refugios buscando aliviar sus sufrimientos espirituales, pero por todas partes encontrarán obstáculos y constreñimiento. Y todo esto resultará del hecho de que el Anticristo quiere ser Señor de todo y convertirse en gobernante del universo entero.

Producirá milagros y señales fantásticas. Dará también sabiduría depravada a un infeliz para que descubra una manera de que el hombre pueda mantener una conversación con alguien de un extremo de la tierra al otro. En aquel tiempo, los hombres también volarán a través del aire como los pájaros y descenderán al fondo del mar como los peces. Y cuando hayan logrado todo eso, estas personas infelices gastarán sus vidas en medio del confort sin saber, pobres almas, que esto es un engaño del Anticristo.

¡Y, el impío! así completará la ciencia con la vanidad que se saldrá del camino correcto y guiará a las personas a perder la fe en la existencia de Dios en tres hipóstasis.

Entonces el bondadoso Dios verá la caída de la raza humana y acortará los días por causa de esos pocos que serán salvados, porque el enemigo quiere incluso llevar al escogido a la tentación, si eso es posible... entonces la espada del castigo aparecerá de repente y matará a los pervertidores y a sus sirvientes.

Según las profecías de los profetas del Antiguo Testamento, de Nuestro Señor Jesucristo, de la Santísima Virgen María, de San Pablo, de San Agustín de Hipona, de Santa Brígida, Santa Hildelgarda de Bingen, Santo Tomás de Aquino, de San Vicente Ferrer, de Don Bosco, de San Nilo y del Padre Pío, etc. el reinado universal del gran perverso, del Anticristo, y la persecución a todo el que crea en el verdadero Dios, es algo que debe darse, está profetizado.

SAN NILO

San Nilo es escasamente conocido por gran parte de la Iglesia. San Nilo era uno de los muchos discípulos y defensores fervientes de San Juan Crisóstomo. Era funcionario en la Corte de Constantinopla, casado, con dos hijos. Mientras San Juan Crisóstomo era el patriarca, antes de su destierro (398-403), dirigió a Nilo en el estudio de la Escritura y en los trabajos de piedad.

San Nilo dejó a su esposa y un hijo y se llevó al otro, Theodulos, con él, al Monte Sinaí para ser monje. El Obispo de Eleusa ordenó sacerdotes a ambos, a San Nilo y a su hijo. La madre y el otro hijo también abrazaron la vida religiosa en Egipto.

Desde su monasterio en Sinaí, San Nilo era una persona muy conocida a lo largo de la Iglesia Oriental; por sus escritos y correspondencia tuvo una parte importante en la historia de su tiempo. Era conocido como teólogo, estudioso bíblico y escritor asceta, así que gente de todo tipo, desde el emperador hacia abajo, le escribía para consultarlo.

Sus numerosos trabajos, incluso una multitud de cartas, consisten en denuncias de herejías, paganismo, abusos de disciplina y crímenes, reglas y principios de ascetismo, y sobre todo las máximas sobre la vida religiosa. Él advierte y amenaza a las personas en altos cargos, abades y obispos, gobernadores y príncipes, incluso al emperador mismo, sin miedo. Mantuvo correspondencia con Gaina, un líder de los godos, esforzándose en convertirlo del Arrianismo. Denunció vigorosamente la persecución de San Juan Crisóstomo al Emperador Arcadius y a sus cortesanos.

San Nilo debe contarse como uno de los principales escritores ascéticos del siglo quinto. Su fiesta se guarda el 12 de noviembre en el Calendario bizantino. También se conmemora en el Martiriologio romano en la misma fecha. San Nilo probablemente murió alrededor del 430, ya que no hay ninguna evidencia de su vida después de ese año.