domingo, 17 de agosto de 2008

Mensajes de la Virgen Maria


27/07/2008

Mensaje de Nuestra Señora.....No:3033


Queridos hijos, ánimo! Nada está perdido. Mi Jesús es vuestra Fuerza y vuestra Salvación. Confiad en ÉL y todo terminará bien para vosotros. Os pido que mantengáis encendida la llama de la Fe. No os alejéis de la Verdad. Sed defensores del Evangelio. Anunciad a todos las maravillas de Dios. Dios quiere vuestra Salvación. BuscadLo con alegría.Todavía tendréis grandes sufrimientos sobre la Tierra. Por causa de vuestra Fe seréis perseguidos por aquellos que deberían defenderos. Habrá gran desprecio a lo sagrado y vuestro derecho de servir a Dios será sacado. La gran persecución alcanzará, sobretodo, a los hombres y mujeres de Fe. Los sacerdotes fieles serán flagelados y llevados a las prisiones. En la Tierra de Santa Cruz se crearán leyes para apartaros de Dios. No retrocedáis. Quedad con la Verdad y sed defensores de la Sana Doctrina. Yo caminaré con vosotros. Adelante! Este es el mensaje que hoy os transmito en el nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberMe permitido reuniros aquí por una vez más. Yo os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.

26/07/2008

Mensaje de Nuestra Señora.....No:3032


Queridos hijos, el opositor humillará a la Iglesia y hará sufrir a muchos consagrados fieles a la Sana Doctrina. Intentarán destruir un templo en busca de un tesoro y grande será el sufrimiento de Mis pobres hijos. Yo Soy vuestra Madre Dolorosa y vine del Cielo para llamaros a la Conversión. No retrocedáis. Dedicad parte de vuestro tiempo a la oración y a la escucha de la Palabra de Dios. Llenaos del Amor de Dios, pues solamente así podréis andar por la vía de la Santidad, Yo conozco vuestros problemas. Cuando llamáis por Mí, Yo vengo en vuestro socorro. Abrid vuestros corazones y permaneced firmes en el camino que os señalé. Yo pediré a Mi Jesús por vuestras necesidades. Adelante. Este es el mensaje que hoy os transmito en el nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberMe permitido reuniros aquí por una vez más. Yo os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.

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