Pero aún cuando nosotros mismos, o un ángel del cielo,
os predique un Evangelio diferente del que nosotros os hemos anunciado,
sea anatema. (San Pablo, Epístola a los Gálgatas, 1, 8)
Razones que hacen diferente una “NUEVA
MISA” o Misa de Pablo VI, o la Misa Moderna, a una Misa tradicional, o Misa de San Pío V, o Misa
tridentina, o Misa de siempre.
- Después de que se introdujo la Misa Nueva, según estadísticas de la Santa Sede, en sólo siete años, el número de sacerdotes disminuyó en el mundo casi en el 50%. ([De 1969 a 1976, de 413,438 a 243,307; disminución del 41.15% exactamente.) ¿Pura coincidencia? ¿Dónde está la vitalidad de la Misa Nueva? ¿Dónde está la “optatan totius ecclesiae renovationem” (deseada renovación de toda la Iglesia)?
- Los protestantes, sin corregir sus errores, pueden celebrar su cena usando el texto de la Nueva Misa. Es decir, se sirven de la Misa Nueva sin dejar de ser protestantes, conservando su fe protestante. Max Thurian, protestante de Taizé, dice que uno de los frutos de la Nueva Misa “será tal vez que las comunidades no católicas podrán celebrar la santa cena con las mismas oraciones de la Iglesia Católica. Teológicamente es posible” (La Croix, 30/5/69).
- El modo narrativo de la consagración, induce a creer que se trata sólo de una memoria de la Cena y no un verdadero y propio Sacrificio (tesis protestante).
- Estamos frente a un serio dilema: o bien nos hacemos protestantes siguiendo la Nueva Misa o, por el contrario, conservamos nuestra Fe católica al adherirnos fielmente a la Misa tradicional de siempre.
- Quien asiste a la Misa Nueva, especialmente cuando es acompañada de cánticos nuevos de fuerte sabor protestante (sin hablar de las guitarras y baterías), tiene la clara impresión de asistir a una reunión, culto o cena protestante.
- La Misa Nueva obedece al mismo esquema de la Misa protestante de Cranmer, uno de los jefes del anglicanismo y feroz perseguidor de la Iglesia; los métodos empleados para introducirla, siguen, finalmente, las huellas de este heresiarca inglés.
- Las estadísticas nos demuestran una gran disminución de las conversiones al Catolicismo, después de la implantación de la Nueva Misa e inclusive un gran crecimiento de las sectas protestantes en los países católicos. Así por ejemplo, en los EE.UU., las conversiones que sumaban 100,000 aproximadamente por año, descendieron a menos de 10,000.
- La Misa Nueva está siendo instrumento y ocasión de los mayores desvaríos y profanaciones de la Santísima Eucaristía y del lugar Santo; lo cual ocurre con mucha frecuencia. Ahora bien, eso no acontecía, según el testimonio del Card. Renard, Arzobispo de Lyon, en Francia: “Acontece que son celebradas misas sin el suficiente respeto, por ejemplo, sin ningún vestido litúrgico, sin Creo in Pater, con un canon inventado, o en plena refección profana, sin oraciones”. “Sucede a veces, que hay concelebraciones con seglares o con sacerdotes casados…, que no se purifique más el cáliz al final de la Misa, o que se dejen rodar sobre una mesa o un altar partículas de pan consagrado” (Vison, messes de L´Antechrist, pág. 4).
- no constituye factor de unidad en la Liturgia, como la Misa Tradicional lo hacía, de hecho, cada sacerdote celebra la misa como quiere, bajo el pretexto de creatividad. Así el nuevo “Ordo” de la Misa merecía llamarse nuevo desorden, porque lo ha producido constantemente. Además el el nuevo Ordo de la Misa no es seguido prácticamente en ningún lugar, tal como fue presentado oficialmente, lo que agrava sus defectos.
- La Nueva Misa ha eliminado muchas cosas, tales como: las genuflexiones (quedan sólo tres), la purificación de los dedos del sacerdote en el cáliz, la preservación de los mismos dedos de todo contacto profano después de la Consagración, la piedra consagrada (Ara) y las reliquias, los tres manteles de lino (hoy se usa uno sólo), y otras muchas, lo cual no hace más que confirmar de modo específico el implícito repudio de la Fe en el dogma de la Presencia Real. (“Breve examen crítico del Nuevo Ordo” de los Cardenales Ottaviani y Bacci).
- Las traducciones en la versión vernácula (las aprobadas) de la Nueva Misa, vinieron a aumentar y agravar los errores presentes ya en su texto en latín, y así acentuaron más su carácter modernista.
- “La Misa es lo que existe de más bello y mejor en la Iglesia… Así, el demonio procuró siempre, por medio de herejes, privar al mundo de la Misa, haciéndolos precursores del anticristo, el cual, antes de todo, procurará abolir y realmente abolirá el Santo Sacrificio del Altar, en castigo por los pecados de los hombres según la profecía del profeta Daniel, 8, 12:´’Y que le fue dado poder contra el Sacrificio perpetuo, por causa de los pecados (del pueblo)”. (Palabras de San Alfonso María de Ligorio).
- En los lugares donde se conserva la Misa Tradicional, la Fe y el fervor de los fieles son mayores, mientras que se aprecia lo contrario donde predomina la Misa Nueva. (Lo confirma la relación sobre la Santa Misa en la diócesis de Campos, presentada al cardenal James Knox, publicada en ROMA, n° 69, agosto de 1981, pág. 29).
- Junto con la Misa Nueva, aparecieron los catecismos nuevos, la moral nueva, predicaciones e ideas nuevas, el nuevo calendario, el nuevo código, en fin, UNA IGLESIA NUEVA. La Misa Nueva es una de las manifestaciones de la nueva Iglesia y el punto central del progresismo. “La reforma litúrgica es, en sentido muy profundo, la llave del Aggiornamento (modernización de la Iglesia). No os engañéis: es ahí donde comienza la Revolución” (declaración de Mons. Dwyer, Arzobispo de Birmingham, en su calidad de portavoz del Sínodo Episcopal).
- La belleza intrínseca, esencial, de la Misa Tradicional, atrae las almas por sí mismo, mientras que la Nueva Misa, al faltarle atracción propia, tiene que inventar novedades para interesar y poder atraer al público.
- La Nueva Misa contiene muchos errores ya condenados de modo dogmático por el Concilio de Trento: la Misa recitada totalmente en vernáculo, las palabras de la Consagración dichas en voz alta, por Pío VI (los mismos errores en la condenación del sínodo de Pistoya) y Pío XII (condenó, por ejemplo, en la encíclica “Mediator Dei” el, altar en forma de mesa).
- Da más valor al altar que al Tabernáculo. Ahora recomienda conservar al Santísimo en un lugar apartado, como si se tratase de una reliquia cualquiera, de manera que, al entrar en la Iglesia, no será ya el Tabernáculo el que atraerá inmediatamente la atención, sino una mesa despojada y desnuda (“Breve examen crítico”).
- el nuevo rito de la Misa ha dejado de ser un culto vertical que va del hombre hacia Dios, pero convertirse en un culto horizontal, en cuento este nuevo rito se limita a volver al hombre hacia el hombre y no al hombre hacia Dios. Además la nueva iglesia es la religión del hombre. ¿Donde queda la gloria de Dios?
http://radiocristiandad.wordpress.com/razones-por-las-que-no-se-puede-aceptar-la-misa-de-pablo-vi/
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