16/06/2009Mensaje de Nuestra Señora.....No:3175
Querido Hijos, adelante sin miedo. No quedéis de brazos cruzados. El señor espera mucho de vosotros. Continuad firme en la oración y Yo os conduciré a la victoria. Sois el pueblo elegido del Señor y Él os ama. Vivís el tiempo de las grandes tribulaciones espeirituales y solamente por medio de la oración podéis soportar el peso de la cruz. Yo conozco todas vuestras necesidades y pediré a mi Jesús por vosotros. Alegraos. Depositad vuestra confianza en el Señor. En Él está vuestra victoria. Solamente Él es vuestro todo y sin Él nada podéis hacer. Una gran embarcación encontrará gran tempestad. Para mis pobres hijos habrá gran dolor. Sufro a causa de vuestros sufrimientos. Buscad fuerzas en el Señor. Yo soy vuestra Madre y camino a vuestro lado. Coraje. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí por una vez más. Yo os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz
Querido Hijos, Yo soy vuestra Madre y vengo del cielo para llenaros de alegría y para conduciros a mi Hijo Jesus. Tened confianza, fe y esperanza. Sabed que estos son los tiempos difíciles para la humanidad, pero vosotros que estáis escuchándome, no perdáis vuestra esperanza. La victoria de Dios vendrá a vosotros. El Señor enjugará vuestras lágrimas. La tierra será transformada y Dios dará a los fieles la gracia de la paz y no habrá más sufrimiento. Las fuerzas del mal no podrán contra los escogidos de Dios. Será este el tiempo del triunfo definitivo de mi Inmaculado Corazón. Adelante sin miedo. Sed mansos y humildes de corazón. Acoged mis llamados y testificad las maravillas de Dios en vuestras vidas. No quedéis alejados de la oración. Vuestra victoria está en el Señor. Solamente Él vive y reina para siempre. Caminad a su encuentro y seréis ricos en la fe. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí por una vez más. Yo os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
Querido Hijos, vosotros sois importantes para la realización de mis planes. Sois preciosos para el Señor y Él espera mucho de vosotros. No permitáis que la llama de la fe se apague dentro de vosotros. Doblad vuestras rodillas en oración y suplicad la Misericordia de Jesús para vosotros. Vivís el tiempo peor que el tiempo del diluvio y este es el momento oportuno para el vuestro regreso. Alejaos del mal y buscad al Señor. Yo soy vuestra Madre y estoy siempre a vuestro lado. No os desaniméis ante vuestras dificultades. Yo vine del cielo para llevaros a Jesús. En Él está vuestra verdadera liberación y sin Él nada podéis hacer. Regocijaos y testificad en todo lugar mis llamados. Deseo vuestra conversión sincera. No os quedéis de brazos cruzados. La Humanidad está enferma y necesita ser curada. Un descubrimiento será hecho en esta tierra y los hombres quedarán maravillados. Rezad. Solamente rezando podéis comprender mis mensajes. He ahí que una gran tribulación se aproxima para los habitantes de Argentina. Rezad. Rezad. Rezad. Sufro por aquello que os espera. No os alejéis del camino que os he indicado. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí por una vez más. Yo os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
Querido Hijos, no desaniméis. Acoged con alegría vuestra cruz. Despues de todo sufrimiento vendrá para vosotros la gran victoria de Dios. Camináis para un futuro de grandes pruebas. Los sufrimientos serán tan intensos que muchos desearán la muerte. Todo eso debe acontecer para que se cumpla aquello que os anuncié aquí . Coraje. No os sintáis solos. Después de toda tribulación la tierra vivirá una paz inmensa. El Señor reinará para siempre y los justos experimentarán una alegría sin fin. Alegraos. Dios os ama y no os abandonará. Rezad. Solamente por la fuerza de la oración seréis capaces de comprender los designios de Dios para vosotros. Adelante sin miedo. Yo pediré a mi Hijo Jesús por vosotros. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí por una vez más. Yo os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
